Por sus playas de arena dorada, sus atardeceres espectaculares, su amplio menú de actividades, su oferta de hoteles, restaurantes y mucho más, Acapulco es uno de los destinos favoritos de los viajeros. El puerto posee una atmósfera relajada aunque también brinda muchas opciones para divertirse, ya sea en familia, en pareja o con tus mejores amigos.
Desde los años 20 y 30 y hasta la fecha, Acapulco ha estado en la mira de actores de Hollywood, músicos e intelectuales que llegaron en busca de su tranquilidad, sus escenarios naturales, su privacidad, oferta gastronómica y hasta por su vibrante vida nocturna. Hoy en día, el puerto guerrerense es uno de los más visitados de México, si estás planeando tus vacaciones te contamos cuál es la mejor época para visitarlo y alejarte del estrés.
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Cuál es la mejor época para viajar a Acapulco
Acapulco, Guerrero posee un clima envidiable, con 360 días de sol (como decía su slogan), ambiente tropical, escenarios para relajarse y divertirse. Cualquier época es buena para conocer el destino y recorrer sus atractivos, si no te gusta el calor, puedes aprovechar los meses de invierno para visitarlo, ya que la temperatura promedio en esa temporada es de 22 a 24 grados aunque puede llegar hasta los 26 grados. En verano la temperatura promedio es de 30 a 32 grados.
No se puede dejar de lado una visita al Acapulco Tradicional, donde se encuentran sus playas para ver el atardecer o para ir al restaurante de La Quebrada y observar el espectáculo de los clavadistas, que es tradición desde hace 80 años. De sus playas, hay que visitar Majahua, Bonfil, Pie de la Cuesta y Pichilingue, no solo por su arena dorada y sus aguas de tonalidades azul profundo, sino por la naturaleza que las rodea y sus opciones para hacer actividades acuáticas.
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Si de naturaleza se trata, hay que conocer la laguna de Tres Palos que se extiende en el límite de Barra Vieja y abarca 15 km de largo. Es hogar de aves, peces y otras especies. Cuenta con canales que se pueden navegar a bordo de una lancha. Ahí también destaca Playa Pico del Monte, una franja de arena entre la laguna y el mar en la que hay enramadas para comer y disfrutar el atardecer. En uno de los brazos de la laguna está el jardín de flores de loto y en el fondo pues obtener barro negro para realizar mascarillas exfoliantes. Muy cerca está la Laguna de Coyuca que resguarda manglares y es hábitat de aves migratorias.
El puerto también ofrece cultura, que se palapa en sus murales como el que realizó Diego Rivera en la fachada de la Casa de los Vientos, con mosaicos de colores, piedras y conchas marinas y que representa a Quetzalcóatl y a Tláloc. Es una propiedad considerada patrimonio cultural del puerto, fue adquirida por Dolores Olmedo en 1948, quien mandó construir un estudio para el pintor quien también hizo dos murales más en el techo y en la terraza. Están en calle Inalámbrica 6, en la Col. Las Playas.