En donde el océano se encuentra con las montañas y éstas, a su vez, se levantan hasta el firmamento, las ciudades de Vancouver y Whistler despliegan las inagotables panorámicas naturales que hacen de la provincia de la Columbia Británica un paraíso para los amantes del invierno.
Entre días dedicados a aventurarnos en el ecosistema y noches diseñadas para explorar la calidez de sus negocios locales, ambas localidades despliegan una oferta turística que la han convertido en uno de los destinos predilectos por los viajeros mexicanos que buscan cumplir sus fantasías de temporada: sobrecogedores paisajes naturales cubiertos de blanco, románticas postales urbanas iluminadas con luces navideñas y aventuras bajo cero para compartir con sus seres queridos.
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Ahora, gracias a una serie de aperturas, remodelaciones y experiencias culturales y gastronómicas, Vancouver y Whistler ven con esperanza una temporada invernal que consolide su recuperación después de la pandemia.
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Ciudad renovada
Abierta, verde y multicultural, Vancouver emerge de la pandemia reafirmada ahora como un destino gastronómico, gracias a la publicación de su primera Guía Michelin, que destaca 60 restaurantes de la ciudad, incluyendo ocho que ya presumen su primera estrella.
Nuevos caminos
Uno de los destinos de esquí más populares en Norteamérica –cuya temporada se extiende hasta mayo–, Whistler completa su oferta de lujo, entretenimiento y más de 200 restaurantes, con una nueva aplicación móvil que ofrece recorridos autoguiados a través del resort y un Centro de Convenciones renovado.
Desde el cielo
La Columbia Británica se ha convertido también en un destino popular para practicar heli-skiing, la modalidad del esquí, reservada para los expertos, que implica subir a la cumbre de una montaña a bordo de un helicóptero para descender por caminos no mapeados.