El Museo Soumaya es uno de los recintos culturales más importantes de la CDMX, ya que en él se alberga una de las colecciones más extensas del arte en México en la que figuran maestros europeos, artistas novohispanos e incluso algunos de los representantes más importantes de la pintura mexicana. El edificio construido a finales del año 2007, destaca por sus más de 40 metros de altura, cubierto con 16 mil placas de aluminio; diseñado por el arquitecto mexicano Fernando Romero.
Ubicado en Polanco, este recinto cuenta con más de 6 mil 200 obras, las cuales están distribuidas dentro de sus seis pisos, pero más allá de la increíble colección de piezas únicas, este museo esconde entre sus paredes una de las historias de amor más conmovedoras entre la clase alta mexicana y que logró traspasar las barreras de la muerte para quedar inmortalizada en las calles de la ciudad: hablamos de Carlos Slim Helú y Soumaya Domit.
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El nombre de Carlos Slim no es desconocido, ya que se trata de uno de los empresarios más importantes del país, catalogado como el hombre más rico de México, y por algunos años, el que mayor fortuna concentró a nivel mundial. Mientras que, por el otro lado es poco lo que se sabe de la mujer que lo acompañó por 33 años, ya que Soumaya se caracterizó por llevar una vida nada pretenciosa y siempre cercana a las causas sociales.
Carlos y Soumaya: una historia de amor
Carlos Slim Helú, nació en la Ciudad de México el 28 de enero de 1940, hijo de Julián Slim y Linda Helú inmigrantes libaneses que llegaron a México a principios del siglo XX, quienes fundaron una pequeña mercería en el corazón de la capital que poco a poco comenzó a rendir frutos. Con el paso del tiempo y durante la Revolución Mexicana compraron algunas propiedades y lograron mudarse a la zona de Polanco, donde conocieron a otra familia libanesa que vivía a pocas calles de su casa y con quienes entablaron una muy buena relación.
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De acuerdo a diversos relatos, se dice que un día Carlos, de 24 años, acompañó a su madre de visita a casa de la familia Domit, donde conoció a Soumaya. La joven de apenas 15 años edad, era hija del matrimonio entre Antonio Domit y Lili Gemayel, quien a su vez era sobrina del expresidente del Líbano, Amin Geyamel. La belleza de Soumaya acaparó de inmediato a Carlos, por lo que dos años después de conocerse contrajeron matrimonio.
Carlos Slim se graduó como Ingeniero Civil de la Universidad Nacional Aut??noma de México (UNAM), donde comenzó a impartir clases de matemáticas; posteriormente y con ayuda de su ahora esposa, Soumaya, abrió una casa de bolsa para comenzar a invertir poco a poco en la compra de negocios que le brindarían la oportunidad de fundar el conglomerado Grupo Carso, nombre que nace a partir de la combinación de las primeras letras de los nombres de ambos.
Carlos y Soumaya lograron formar una amplia familia, la cual está conformada por seis hijos: Carlos Slim Domit, Johanna Slim Domit, Marco Antonio Slim Domit, Soumaya Slim Domit, Vanessa Slim Domit y Patricio Slim Domit. Durante sus 33 años de matrimonio, la pareja logró construir un gran imperio empresarial, que años después convertiría a Carlos en el hombre más rico de México y por algunos años del mundo. Sin embargo, su vida juntos también la dedicaron a diversas causas altruistas como la Fundación Telmex.
Contrario a los intereses de Carlos, Soumaya era una gran apasionada de las luchas sociales y de ayudar a quienes más lo necesitaran, pero también era una amante del arte y la cultura, por lo que juntos viajaron por el mundo y finalmente él logró compartir la pasión de su esposa. Aunque todo parecía una de las historias de amor y empresariales más importantes del país, la situación cambiaría en muy poco tiempo.
La familia de Soumaya contaba con un historial médico complicado, en el que destacaban los problemas por fallas renales por los que su padre y hermano habían fallecido. Pese a que Soumaya recibió un trasplante de riñón a los 30 años de edad, las cosas comenzaron a complicarse un par de décadas después, por lo que en 1999 falleció a causa de una insuficiencia renal.
Tras la muerte de Soumaya, Carlos prometió que no volvería a contraer matrimonio con ninguna otra mujer, ya que consideró que su familia era perfecta tal y como era. Una promesa de amor que ha cumplido hasta la fecha. Casi una década después de la muerte de su esposa, Carlos decidió construir un espacio dedicado al arte mundial y el cual nombró en honor del único amor de su vida: Museo Soumaya, que tiene como objetivo acercar la cultura y el arte a los mexicanos sin tener que viajar por el mundo o pagar por apreciar las obras que resguarda.
A la fecha, Carlos Slim reparte grandes cantidades de dinero entre sus diversas fundaciones y brinda apoyos a causas relacionadas con la donación de órganos.