A nivel mundial contamos con un excelente listado de recintos que destacan por su arquitectura, cultura e historia, por lo que si hemos ido al extranjero conocer alguno de estos puntos turísticos se han convertido como visitas obligadas durante nuestra aventura viajera, convirtiéndose en una experiencia única que podemos vivir.
Uno de estos lugares a los que nos referimos es la Torre de Pisa o también como es conocida como “Torre pendente di Pisa” en italiano. Este enigmático sitio ubicado en el municipio de la región italiana de la Toscana y capital de la provincia de Italia, para ser más exactos: en la plaza del Duomo de Pisa, ciudad por la cual se le dio ese nombre.
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¿Por qué está inclinada la Torre de Pisa?
La Torre inclinada de Pisa, otro de sus nombres con el que se le conoce, es un monumento que pertenece al estilo románico de la Edad Media italiana. Destaca por su peculiar inclinación que ha llamado la atención tanto sus habitantes como de personas que deciden visitar a Italia a lo largo de los siglos.
Por lo que dicha singularidad también ha despertado la curiosidad y preocupación de los expertos, quienes se han dado a la tarea de buscar el por qué de su construcción. Hasta verificar de que en algún momento esta corra el riesgo de caerse, lo que implicaría un gran impacto a nivel mundial.
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Asimismo, por fin se cree que existe una explicación ante estos posibles hechos, los cuales fueron descubiertos en 2018, por parte de George Mylonakis, ingeniero inglés que se especializa en terremotos de la Universidad de Bristol (Inglaterra) y en compañía de 16 ingenieros civiles.
La inclinación de la Torre de Pisa, y de acuerdo con este estudio, se debe a un fenómeno físico estructural reconocido dentro de la ingeniería “efecto de interacción dinámica suelo-estructura (IDSE)”. Por lo que monumento ha sobrevivido porque se logró un equilibrio que se combina con la rigidez, peso y su altura.
Al mismo tiempo que los cimientos y su terreno, al momento de un temblor o terremoto, estas no reboten con el movimiento del suelo con la misma intensidad que los movimientos de la tierra. Además, se tienen registros de que la Torre de Pisa podría llegar a mantener su peculiar estructura por dos siglos más.