La capital metropolitana resguarda muchos espacios naturales que la dotan de vida y pureza, cada uno de esos lugares, es parte importante en la vida de distintas especies de animales y vegetales endémicos de la ciudad y que forman parte del acervo natural de México.
En nuestros viajes por la Ciudad de México, podemos conocer estos sitios naturales, que se encuentran alejados del centro, pero que cuentan con increíbles historias, deliciosa gastronomía, oferta cultural y espacios monumentales que son de gran relevancia para el país.
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Milpa Alta es una alcaldía ubicada a las afueras de la ciudad, una demarcación que cuenta con una gran historia desde tiempos prehispánicos, uno de esos lugares que además cuenta con bellos atractivos naturales y una gran riqueza cultural que pocos conocen y a continuación vamos a conocer más sobre su pasado.
Milpa Alta y su historia
La alcaldía Milpa Alta se ubica al sur de la CDMX, colindando con Tláhuac, Xochimilco y Tlalpan, además del estado de Morelos y es considerada como la segunda demarcación más grande de la capital mexicana, ya que cuenta con una extensión territorial de 228 kilómetros cuadrados, en los que habitan cerca de 152 mil 685 personas.
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El nombre original de este lugar fue Malacachtépec Momoxco, que significa “Lugar rodeado de cerros donde hay túmulos funerarios”, el cual fue cambiado con la llegada de los españoles y la evangelización, pues los frailes franciscanos decidieron rebautizar este pueblo, estableciendo el nombre de Milpa Alta de forma oficial.
Este nombre se da, ya que hace referencia a los cultivos de maíz y otro tipo de vegetales que se sembraban en toda esta zona, un nombre que no perdió sus raíces prehispánicas del todo, pues este también proviene del náhuatl milpan, un término que se usaba por nuestros antepasados, para designar cualquier tipo de campo de cultivo.
Los orígenes de Milpa Alta se remontan hasta el siglo XII, cuando la cultura tolteca pobló la región, debido a las ventajas que tenían por la cercanía con el lago de Xochimilco. Después, un grupo de chichimecas del valle de México, decide asentarse en este sitio, que poco a poco, fue llenándose de diferentes tribus, las cuales dieron origen a pueblos como Ocotenco, Texcalapa, Tototepec, Tepetlacotanco, Huinantongo y Tlaxcomulco.
Durante el año 1440, el mexica Hueyitlahuilli, invadió toda esta área y logró dominar a todos los habitantes, convirtiéndose en el cacique de Milpa Alta, dedicándose a construir embarcaderos, un centro ceremonial, recintos para los oficiales del ejército y cobradores de tributos, algunos muros de piedra en las laderas de los cerros para practicar la agricultura, así como caminos de tierra.
Este gobernante también impuso la plantación o siembra de magueyes y promovió intercambios comerciales con diferentes comunidades vecinas, especialmente con Tenochtitlán, pero después de la llegada y triunfo de Hernán Cortés y la caída del imperio mexica, los españoles comenzaron a imponer sus creencias en todas las zonas aledañas y territorios cercanos a la zona central de la ciudad, entre ellos el de Milpa Alta.
Aunque los ciudadanos de Malacatepec Momoxco mostraton una fuerte resistencia frente a los soldados europeos y lograron distraerlos por un tiempo, los pueblos originarios de esta región no pudieron hacer frente al poder de los españoles y dejaron de resistir a la lucha en 1528, cuando se pactó la paz entre los conquistadores y los habitantes de estas regiones altas de la capital.
A pesar de esto, la localidad logró establecer sus derechos y se les dio la oportunidad de nombrar a sus gobernantes locales, condiciones bajo las cuales Juan Saucedo, con un grupo de frailes franciscanos, decide comenzar la evangelización, dando inicio formal a la transformación cultural, política y económica de esta zona, pero como parte del Estado de México.
Este estatus que cambiaría en el 16 de febrero de 1854, cuando el presidente Antonio López de Santa Anna decretó la ampliación del entonces Distrito Federal, en el que se incluyó a la zona de Milpa Alta como parte de la ahora Ciudad de México, que durante la Revolución tuvo un papel destacado, ya que diferentes pobladores se unieron a la lucha campesina junto con Emiliano Zapata.
Qué hacer si visitas Milpa Alta
En la actualidad, la alcaldía de Milpa Alta es una demarcación que conserva muchas de sus tradiciones vivas, además de que es una de las principales productoras de nopal en toda la capital del país, una actividad que además, permite a los pobladores generar productos con base en este alimento y ha impulsado la economía de los habitantes de esta región.
Cuando visites Milpa Alta, puedes tener la garantía de que pasarás un rato muy agradable, pues es una hermosa reserva ambiental, donde puedes conocer sus sitios arquitectónicos y recintos religiosos o sus pintorescos pueblos. Durante tu recorrido por esta alcaldía puedes visitar el Museo del Cuartel Zapatista, su centro histórico rodeado de capillas y santuarios religiosos, o sus bellos poblados.
Entre los pueblos más atractivos se encuentra San Lorenzo Tlacoyucan y Santa Ana Tlacotenco. También puedes disfrutar de un delicioso mole en la Feria Nacional del Mole de Atocpan o pasear por el Mercado de San Pablo Oztotepec, además de conocer las maravillas naturales de esta zona en el Centro de Educación Ambiental Tepenáhuac o relajarte en unas de sus cabañas y pasar un buen fin de semana con tu familia.