Hong Kong es una isla repleta de rascacielos, parques de diversiones, atractivos históricos y áreas naturales, es uno de esos destinos que deben estar en la lista de cualquier viajero pues es la ciudad más importante del sudeste asiático, en la que se respira el encanto de una ciudad moderna con aires tradiciones y es una parada obligada para viajar de mochilero.
Hong Kong es uno de esos destinos que debes estar en la lista de cualquier viajero pues ofrece una mezcla de atractivos que cautivan a cualquier visitante. Esta situada al sudeste de China pero tiene su propia moneda, su propio pasaporte y su idioma, el cantonés. Así que para ir no necesitas visa y puedes estar hasta un mes sin necesidad de tramitar el visado chino.
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Qué ver y hacer en Hong Kong
Hong Kong es una urbe moderna rodeada de rascacielos y edificios modernos con luces neón y anuncios luminosos por todas partes. La primera parada es el pico Victoria, una montaña de 552 metros de altura donde se levantan edificios modernos y a donde se llega en funicular. Ahí hay dos centros comerciales: Peak Tower y Peak Galleria. En Peak Tower está la última parada del funicular y tiene un mirador que regala impresionantes vistas de la ciudad.
Otro sitio imperdible en Hong Kong es el mercado de antigüedades, ubicado en Hollywood Road y Upper Lascar Road, en Cat Street. Se trata de un paraíso que acoge galerías de arte, tiendas de antigüedades y artesanías, y hasta tiendas donde se pueden encontrar diferentes objetos de jade y seda. Es una paraíso para los amantes de las curiosidades y puedes encontrar cosas realmente sorprendentes así que es un punto obligado.
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Para visitar Tsim Sha Tsui, ubicado en el sur de Kowloon hay que tomar la línea morada del metro. Aquí está la avenida de las estrellas, una copia de la avenida de las estrellas de Los Ángeles, California; y el museo de arte. Se trata de una de las zonas más populares y coloridas de la región y el sitio donde se obtienen las mejores vistas de la bahía de Hong Kong. Muy cerca está la torre del reloj, de 44 metros de altura. Es la única parte de la antigua estación del tren que aún sobrevive.
Para los amantes del arte, vale la pena visitar el Museo de Arte que resguarda unas 15 mil obras de arte. También está el muelle para tomar el Star Ferry y atravesar hacia Kowloon, donde está el centro de la ciudad. No se puede dejar Hong Kong sin ir al monasterio budista de Po Lin, ubicado en Ngong Ping, la parte más alta de la isla de Lantau, a donde se puede llegar en teleférico.
En el monasterio se pueden conocer las casas de los monjes, tres estatuas de Buda que representan el pasado, el presente y el futuro: y diversas inscripciones budistas. También hay que admirar al Gran Buda (Tian Tan). Muy cerca se encuentra Dragon´s Back, un sendero que atraviesan el bosque hasta la playa de arena blanca Big Wave Way en la que se puede pasar el día minetras se disfrutan pescados y bebidas frías.