Viajar es maravilloso y México tiene sitios muy espectaculares que los visitantes pueden conocer en un paseo largo de vacaciones o en un fin de semana, pues cada uno de sus estados, cuenta con elementos singulares que llaman la atención de los turistas que llegan de todo el mundo, en busca de aventuras, buenas historias y espacios encantadores para tener tardes amenas con sus amigos, familiares o en un paseo solitario.
Nuestra capital metropolitana no se queda atrás, pues también cuenta con lugares muy atractivos donde recorrerás el pasado de México entre sus pueblos, barrios mágicos y colonias, se prestan muy bien para adentrarte en un viaje a través de los años, que te permitirá descubrir historias majestuosas, como es el caso de Peñón de los Baños, un sitio de aguas termales que era visitado por Moctezuma, en el cual vivirás momentos especiales si viajas a la CDMX en un fin de semana.
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Peñón de los Baños, un sitio de aguas termales
Durante la época prehispánica de México, el cerro de Peñón de los Baños era un lugar de aguas termales, una bella formación rocosa a la que los habitantes de Tenochtitlán conocían con el nombre de Tepetzinco, que significa “cerrito”, localizado en las antiguas aguas del lago de Texcoco. Dice la leyenda que fue en este islote donde el corazón del príncipe Copilli, sobrino de Huitzilopochtli, fue enterrado para dar lugar al nopal donde se posaría la imagen del águila devorando a una serpiente, que serviría como escudo nacional.
Aquel lugar era muy famoso porque se tratada de una importante zona de relajación para los habitantes de este lugar, pues los tlatoanis o gobernadores de esta gran ciudad, como Moctezuma, disfrutaban de darse un buen baño en las aguas termales que brotaban aquí, donde también se hacían algunos rituales de limpieza, purificación del cuerpo y del alma, lo que ahora conocemos como los famosos temazcales o baños de vapor. Un ritual increíble que forma parte de la memoria colectiva de los habitantes de esta parte de la CDMX.
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Para 1521, a la caída de Tenochtitlán y con la urbanización de la capital, este islote quedó unido a la tierra y en él se construyó la famosa Capilla de Peñón de los Baños, en la que puedes encontrar un retablo que se construyó en honor a la Virgen de Guadalupe y una figura llamada el Cristo del Peñón. En esta famosa ermita, puedes tener un paseo agradable de fin de semana, para conocer las bellezas arquitectónicas que se construyeron después de la conquista, pues es famosa por estar levantada cerca del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y encontrarse frente al Parque del Niño Quemado.
Junto a la iglesia, se encuentran los famosos Baños Medicinales del Peñón, que son muy conocidos por preservar esta tradición ancestral de los baños de vapor, gracias al brote de sus aguas ricas en minerales, a las que se le atribuyen algunas otras propiedades curativas. Este espacio fue muy famoso entre los siglos XIX y XX, pues era visitado por los emperadores Maximiliano y Carlota de Habsburgo, así como por la Marquesa de Calderón de la Barca y el famoso explorador naturalista Alexander von Humbold.
Se trata de baños con cuartos individuales en los que podrás venir a sanar algunos malestares que te aquejan, pues están abiertos al público durante todo el año y al llegar aquí sentirás como si tú también fueras parte de la realeza. El espacio forma parte importante de la cultura y tradiciones de México, creencias populares que se preservan desde tiempos ancestrales en la época de los tenochcas, para proporcionar descanso, relajación y calma a los visitantes que deciden pasar sus días en estas instalaciones.
Ubicación: Blvd. Puerto Aéreo 465, Peñón de los Baños, Venustiano Carranza
Horario: Lunes a domingo de 6:00 a 20:00 horas.