Uno de los secretos mejor guardados de este estado es el volcán más pequeño del mundo. El destino se localiza muy cerca de la CDMX y puedes visitarlo durante el fin de semana. México acoge gran variedad de volcanes, desde los eternos amantes Popocatépetl e Iztaccíhuatl hasta el majestuoso Pico de Orizaba, el más alto de México con sus 5,633 metros sobre el nivel del mar., pasando por otras montañas como el Volcán de Fuego y el Paricutín.
También hay un pequeño volcán, el más chico del planeta, que solo mide 13 metros de altura y que es uno de los grandes atractivos del país, si te animas a conocerlo en estas vacaciones descubrirás una montaña de gran belleza en la que puedes conectar con la naturaleza, admirar los paisajes que lo rodean y hasta entrar a su cráter para tomar las mejores fotografías y publicarlas en tus redes sociales.
Dónde está y cómo se llama el volcán más pequeño del mundo
Por su geografía México cuenta con una gran diversidad de paisajes y ecosistemas, por su territorio cruzan una cordillera conocida como Sierra Madre que, dependiendo de su ubicación se divide en Oriental, Occidental, del Sur y la Cordillera Neovolcánica que conforma todo un mundo de montañas y volcanes. Uno de ellos es considerado el más chico del planeta y está en Puebla, en la colonia la Libertad, a unos 20 minutos del centro de la ciudad.
El volcán lleva el mismo nombre (Cuexcomate) y mide solo 13 metros de altura con 23 metros de diámetro, en el cono exterior y 8 metros de diámetro en su cráter. Su nombre significa “olla de barro o lugar para guardar” y uno de sus mayores atractivos es justo el cráter al que se puede subir y una vez en la cima hay que descender por unas escaleras de caracol hasta llegar a una poza de agua cristalina que se vierte en ríos subterráneos y llegan a los Pueblos Mágicos de Atlixco y Cholula.
Este volcán se creó después de una erupción del Popocatépetl en 1064 aunque algunos investigadores señalan que podría tener más de seis mil años. También hay una leyenda que cuenta que el Cuexcomate es hijo del Popocatépetl y de Iztaccíhuatl quienes, después de su primer encuentro amoroso hubo una explosión que generó una erupción de la que surgió esta diminuta montaña.