Michoacán es sinónimo de bellezas, tradiciones, culturas vivas y gastronomía centenaria, a dos horas de Uruapan está un paraíso escondido en medio del bosque, se trata de los Chorros del Varal, las cascadas en las que existe una leyenda sobre una princesa que habita en sus aguas. Están dentro de un área natural protegida que abarca 72 hectáreas de superficie y en la que habitan todo tipo de aves y hasta nutrias, tigrillos, mapaches, tejones y otras especies.
Estas caídas de agua de 70 metros de altura y 100 de ancho se forman por el cauce de un río subterráneo y que se localizan en cabecera municipal de Los Reyes de Salgado. Es un lugar para desconectarse de la rutina y disfrutar el contacto con la naturaleza. Para llegar debes bajar 786 escalones pero vale la pena el esfuerzo pues sentirás la brisa de las cascadas mientras escuchas la historia que resguarda.
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Qué dice la leyenda de la princesa
La leyenda narra cuenta que en el pueblo vecino de Peribán Viejo vivía una hermosa princesa indígena de belleza incomparable. Un día, ella salió a caminar en la naturaleza pero en el camino hubo un derrumbe y ella quedó atrapada. Con sus lágrimas se formaron las cascadas que desde entonces están encantadas con el espíritu de la mujer. Se dice que durante la Semana Santa la princesa elige a un hombre para que lleve un cargamento de piedras para ayudarla a liberar su alma.
El elegido debe subir hasta lo alto de las cascadas con la promesa de convertir las piedras en oro a cambio de liberarla pero la condición es que durante su travesía nunca debe voltear atrás porque de lo contrario recibirá un castigo. De acuerdo con la historia, los que se animan a realizar el reto son jóvenes ingenuos que creen que lograrán su cometido sin saber que durante el trayecto a la cima escucharán voces que hasta lograr que volteen la mirada.
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Sea o no cierta esta historia, la mayor recompensa es la belleza del entorno, repleto de bosques y sonidos que harán más amena tu estancia. Los Chorros del Varal son solo para amantes de la naturaleza y para quienes disfrutan las experiencias al aire libre. Para contemplarlas debes ir al mirador y cuando el nivel del agua es bajo puedes nadar en alguna de las pozas o brazos del río. También hay un puente colgante y senderos para hacer caminatas.