En todo el mundo existen lugares que han dejado a más de uno con la boca abierta debido a sus increíbles características naturales o aquellas que fueron creadas por obra del ser humano. Cada uno de estos sitios se han convertido en atracciones turísticas que millones de personas visitan de manera anual, convirtiéndose en paradas obligatorias para quienes disfrutan de emprender viajes a diferentes partes del planeta.
Pero no todos los puntos que existen en el globo terráqueo han sido considerados como óptimos para que se puedan ser visitados o que no cuentan con las condiciones necesarias para que el acceso de las y los visitantes a estos puntos en muchos de los casos resulte imposible. Es por ello que en esta ocasión te presentamos los lugares prohibidos del mundo que no puedes visitar.
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Isla de Queimada Grande - Brasil
Este sitio es conocido como “la isla de las cobras”, nombre que hace alusión a las miles de serpientes que habitan esta extensión de tierra, por lo que el acceso a este destino brasileño está prohibido debido a la amenaza que representan estos reptiles para sus visitantes. Las cobras que habitan en este sitio alcanzan los 70 centímetros de largo y destacan por su color amarillo intenso. De acuerdo con información proporcionada por diversos medios, se calcula que en cada metro cuadrado de esta isla, existe un ejemplar de esta peligrosa especie.
Cuevas de Lascaux - Francia
Esta es una caverna que se encuentra al sur de Francia que se caracteriza por contar con diversas pinturas rupestres en muy buen estado. Estos vestigios antiguos fueron descubiertos por unos niños que habían perdido a su perro en 1940. Este descubrimiento estuvo abierto a todo el público, sin embargo, en 1963, las autoridades francesas tuvieron que reducir el número de visitantes, por el hecho de que estas pinturas se estaban deteriorando, sin embargo, se optó por cerrar por completo la entrada a los turistas.
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La Bóveda del fin del mundo - Noruega
Este búnker es considerado como el depósito de semillas más grande del mundo, y se encuentra ubicado en el archipiélago ártico de Svalbard, Noruega, dentro de una montaña. Para la construcción de esta bóveda se perforaron cerca de 120 metros de profundidad para poder albergar las diferentes especies de semillas que existen en todo el planeta. Y debido a las condiciones climáticas del Polo Norte, así como a su gran seguridad, así como a los sistemas que se instalaron para salvaguardar estos alimentos, no existe la posibilidad de que sea visitado por el público en general.