El Castillo de Chapultepec es uno de los sitios más emblemáticos que posee la CDMX. Este sitio abrió sus puertas como Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec un 27 de septiembre, pero de 1944, cuando el presidente Miguel Ávila Camacho ordenó que en esta histórica fortaleza se creara un recinto que albergara el enorme patrimonio cultural de nuestro país, el cual se encuentra distribuido en sus 12 salas de exposición permanente en las que podemos observar la trayectoria histórica del país.
Este recinto ha formado parte de la historia mexicana, ya que en este sitio también sucedieron hechos que marcaron el rumbo del país, tales como convertirse en hogar de los virreyes recién llegados de España, fungir como Colegio Militar y ser sede de uno de los conflictos armados que sucedieron en la CDMX. Así que para conmemorar su inauguración como uno de los museos más importantes que existen en la capital, aquí te compartimos algunos datos curiosos que quizá no conocías del Castillo de Chapultepec.
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Este Castillo es el único que existe en Latinoamérica
Este recinto es el único Castillo que existe en toda Latinoamérica. Y decidió construirse durante la época de la Conquista, por órdenes de Bernardo de Gálvez con el propósito de que pudieran alojarse los virreyes de España, así como fungir como un lugar de descanso, ya que esta zona de la capital era frecuentemente visitada por la monarquía española. Sin embargo, la construcción de este lugar quedó inconclusa hasta que fue habitada por Miguel Miramón (un general mexicano). Tiempo después se convirtió en la residencia de Maximiliano de Habsburgo y esposa Carlota de México.
Se convirtió en el Museo Público de Historia Natural, Arqueología e Historia
Por decreto del emperador Maximiliano de Habsburgo este recinto se convirtió en el Museo Público de Historia Natural, Arqueología e Historia, el cual, en 1867, estaba dividido en: Historia natural, Antigüedades, Historia y Arte. Dos años después se llevaría a cabo la subdivisión de la sala de Historia en cinco partes, las cuales quedaron en: Franciscanos, Virreyes, Cortés, Conquista e Independencia.
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Fue sede del Colegio Militar
En 1833 se decide que este sitio se convierta en la sede del Colegio Militar. Pero fue hasta 1841 que se inició con las obras de reconstrucción y adaptación para alojar a los cadetes mexicanos, entras que destacan la edificación de la parte más alta del cerro, la torre que es conocida como “Caballero Alto” (que se ubica en el segundo piso del castillo de Chapultepec). Y luego de estas modificaciones comenzó a adquirir las características de un “Castillo”, nombre con el que también comenzaron a llamarlo.
Fue residencia de un exalumno del Colegio Militar
Luego de que se convirtiera en sede del Colegio Militar, se convirtió en la residencia de Miguel Miramón, un exalumno del Colegio Militar, que había elegido esta fortaleza para alojarse durante su mandato presidencial interino del bando conservador (1859-1860). A lo largo de este periodo también se llevaron a cabo algunas modificaciones en sus estructuras, edificando nuevas habitaciones en el segundo piso del Alcázar y la balaustrada sur.
Sus muebles fueron traídos desde España
Este sitio volvió a ser acondicionado como palacio gracias a las labores empleadas por el arquitecto mexicano Ramón Rodríguez Arangoity, ex alumno del Colegio Militar. En esta ocasión se llevó a cabo el rediseño de los jardines por parte del botánico austriaco Wilhelm Knechtel, y también comenzaron a amueblarla con muebles, pianos, vajillas de porcelana y de plata, óleos con los retratos de la pareja imperial, tapices, relojes de mesa, mantelería y cristalería que eran traídos desde el Viejo Continente.
Fue el primer Observatorio Astronómico Nacional
Durante 1878 el Castillo de Chapultepec se convirtió en el primer Observatorio Astronómico Nacional, razón por la cual volvió a sufrir modificaciones en sus edificaciones. Durante estas adaptaciones se instaló equipo especializado, un telescopio principal que fue ubicado en el Caballero Alto (donde también se colocó una cúpula). También se construyeron nuevas habitaciones y dos torres de vigilancia. Sin embargo, este Observatorio fue trasladado a Tacubaya, y el Castillo volvió a convertirse en Colegio Militar.
Fue una residencia veraniega de Porfirio Díaz
Durante el mandado de Porfirio Díaz, a este recinto se le añadieron un gran vitral en la terraza (que está ubicado al oriente de la planta alta del Alcázar), elevadores que también subían desde la base del cerro. Otras de las amenidades que se le sumaron fueron un boliche, donde también se llevó a cabo la primera exhibición de cine en México, en 1896. Díaz realizó este tipo de modificaciones con la finalidad de que se convirtiera en un sitio de entretenimiento dentro del progreso artístico y tecnológico que pretendía para la nación.
Se convirtió en residencia presidencial
El Castillo de Chapultepec fungió por varios sexenios como residencia presidencial, la cual fue habitada por Manuel González, Porfirio Díaz, Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio. El último mandatario que habitó en este recinto durante su mandato fue Abelardo Rodríguez.
Alberga murales de grandes artistas mexicanos
En las paredes del Castillo de Chapultepec se encuentran nueve impresionantes murales que plasman diferentes momentos históricos en México, por ejemplo, La fusión de dos culturas, el Retablo de la Independencia, La Reforma y la caída del Imperio, entre otros. Cada una de estas piezas fueron creadas por artistas mexicanos que obtuvieron gran reconocimiento, en los que destacan Jorge González Camarena, Juan O’Gorman, José Clemente Orozco, Gabriel Flores, Eduardo Solares y David Alfaro Siqueiros.
Posee una zona arqueológica
En la antigüedad, esta zona fue habitada por comunidades agrícolas que aprovechaban la abundancia de vegetal de este lugar. A raíz de esto se edificaron varios recintos y templos que estaban destinados a la adoración de las deidades prehispánicas como los toltecas y Mexicas, los cuales son la Cueva de Cincalco (ubicada en los pies del cerro), ofrendas al Dios Tláloc, donde se construyeron contenedores que almacenaban agua, y un Aposento "Chimalli”, el cual sobresale por sus cuatro flechas atravesadas y una figura que se asemeja a un estandarte.