La Península de Yucatán es uno de los destinos turísticos mexicanos que lo tiene todo. Quienes lo visitan tendrán la oportunidad de maravillarse con su cultura llena de tradiciones que continúan vigentes hasta nuestros días, así como sitio que sobresale por su historia que puede verse reflejada en su arquitectura, zonas arqueológicas y gastronomía. Asimismo, ha ganado reconocimiento mundial por sus increíbles cenotes que son un excelente lugar para refrescarse del intenso calor del Caribe Mexicano.
Así que si estás pensando en viajar próximamente a este sitio, en el corazón de Yucatán se encuentra uno de los rincones por descubrir que valen totalmente la pena visitar. En esta ocasión te hablaremos sobre la única isla dentro de un cenote en Yucatán. Un atractivo natural que se encuentra a 2 horas y media de Mérida, para ser más exactos, dentro del municipio de Temozón en Dzalbay.
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Así es el cenote Sac Aua, un sitio perfecto para refrescarse
El cenote Sac Aua es uno de los tesoros escondidos que posee la Península de Yucatán, por el hecho de que este atractivo natural se encuentra ubicado lejos de la ruta que normalmente es utilizada para el turismo, lo que lo convierte en un magnífico lugar poco concurrido y poder disfrutar de sus aguas cristalinas sin tanta aglomeración.
Quienes deciden visitar este maravilloso sitio yucateco, se encuentran con un impresionante paisaje natural lleno de árboles, donde sus raíces caen hacia las aguas cristalinas del cenote Sac Aua, las cuales alcanzan 12 metros de profundidad y se caracterizan por su color turquesa. Dichas aguas son tan transparentes que podrán observar las rocas que se encuentran en sus profundidades, también podrían ser una buena opción para descansar.
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Este pozo natural en la época prehispánica fungió como un sitio para que los mayas realizaran diversas ceremonias, así como sacrificios de doncellas. Ante este hecho, también se le conoce como “El Cenote de las Doncellas”. Y se dice que también está conectado con alguno de los templos ceremoniales que los antiguos mayas edificaron, sin embargo, se desconoce cuál de estos se trate.
Asimismo, se sabe que este pozo natural posee un diámetro que alcanza los 90 metros. Pero lo que más llama la atención es la isla que se encuentra en su interior, dicha formación rocosa se trata de nada más y nada menos que del techo de esta caverna. Anteriormente, este era un cenote cerrado, sin embargo, con el paso del tiempo su techo se derrumbó, provocando la caída de una formación rocosa en círculo casi perfecta que cayó en medio de este sitio.
En el “Cenote de las Doncellas” también se puede apreciar una vasta riqueza natural y animal, en la que destacan animales como mariposas, así como diversas especies marinas y aves. De igual manera, alberga una gran cantidad de vegetación tropical que le proporciona un toque único a este atractivo en Yucatán.