Cada rincón de México celebra las tradiciones de acuerdo a las raíces de los pueblos originarios, y en Pomuch, una villa del estado de Campeche, el Día de Muertos se vive de una forma muy especial con el Choo Ba'ak, un ritual fuera de lo común que encierra mucha devoción y amor hacia los seres queridos que ya murieron.
Sin duda, de las tradiciones que más representan a la cultura mexicana y dan proyección a nivel mundial es la del Día de Muertos, pues es recordar a los difuntos desde el 31 de octubre, el 1 y 2 de noviembre; a través de altares, ofrendas y visitas a los panteones, más que lamentar las pérdidas, son días de fiesta porque se "espera" la llegada de las almas de nuestros seres queridos que ya trascendieron.
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¿En qué consiste el Choo Ba'ak o limpieza de osamenta en Pomuch?
Una semana antes del 31 de octubre, los pobladores de Pomuch acuden al cementerio para exhumar los restos de sus seres queridos, y con mucha devoción, respeto y amor limpian cada hueso para que queden libres de polvo y cambiar la manta bordada o pintada que cubre la osamenta en una caja en la que son depositados.
Desde octubre de 2017, el Choo Ba'ak o Limpieza de los Santos Restos quedó registrado como Patrimonio Cultural del estado de Campeche, pues se trata de un ritual de origen Maya y que ha perdurado a través de los años. El propósito es que para el Hanal Pixán o Día de Muertos, los restos óseos estén "limpios y presentables". Durante el proceso, el o los familiares encargados de hacer esta labor platican con los huesos y recuerdan anécdotas de lo compartido en vida; para hacer la exhumación deben dejar pasar tres años desde que el familiar falleció.