Cada región del país conserva tradiciones de sus pueblos originarios y de índole prehispánica, pero la celebración del Día de Muertos es una que de forma generalizada se trata de una fiesta para "recibir" a las ánimas de los difuntos. Entre las más representativas está la de Pátzcuaro en Michoacán y el Xantolo en la región de la Huasteca.
En el caso de Hidalgo, que comparte esta importante tradición con San Luis Potosí, el Xantolo se traduce en "La Fiesta de las Ánimas" y reúne a los pobladores de comunidades como Huautla, Huejutla, Atlapexco, Macustepela, Coatlila y Huazalingo con el mismo propósito: recordar y honrar con gran cariño a sus seres queridos que ya murieron.
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¿Por qué es tan importante la celebración del Xantolo en Hidalgo?
La tradición del Xantolo en la Huasteca hidalguense está a cargo de los nahuas, uno de los pueblos indígenas más importantes del país, quienes a través de música, danza, la pintura y el teatro transmiten la cosmovisión de estas comunidades originarias. De acuerdo al Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) del Gobierno de México, es núcleo central de su identidad, más allá de la naturaleza ceremonial y festiva.
El Xantolo inicia el 29 de septiembre con la ofrenda a San Miguel Arcángel y la "apertura" de las puertas del Mictlán; el 30 de octubre es el "Día de las Flores" y es cuando inician a colocar los altares en las casas, con manteles bordados y arcos de caña de azúcar, a través de rezos, danzas, comparsas y con el olor de copal e incienso se invita a las ánimas y se les hace saber que son bien recibidas.
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Los días 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre son dedicados a los niños y adultos que ya murieron, por lo que las casas deben estar limpias y con tapetes de pétalos de flores, así como las ofrendas listas; chocolate, tamales y pan de muerto son parte de los alimentos presentes en los altares. Las tumbas también son adornadas con flor de cempasúchil, y es hasta el 1 de diciembre que concluye la "Fiesta de las Ánimas" cuando retiran los arcos de caña.