Tras varios años de permanecer en silencio debido a las reparaciones derivadas de los estragos causados por el sismo del 19 de septiembre del 2017, las campanas de la Catedral Metropolitana volverán a sonar ya que durante cinco años permanecieron calladas para evitar que las torres-campanario sufrieran más daños de los ocasionados durante ese siniestro que azotó la capital del país y esta Semana Santa volveremos a escucharlas como parte de la Vigilia Pascual.
El próximo sábado 8 de abril será el día en que los capitalinos y visitantes de la CDMX escuchen nuevamente el armonioso sonido de estos instrumentos, según informó el rector de la Catedral Metropolitana, el presbítero Ricardo Valenzuela quien explicó que se llevó a cabo la restauración del inmueble que permite de nuevo echar las campanas en funcionamiento para celebrar la Resurrección este 2023.
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¿Cómo fue la restauración de este edificio?
De acuerdo con los detalles proporcionados por la arquidiócesis de México a cargo del cardenal Carlos Aguiar Retes, todo esto ha sido parte de un mismo proceso y durante la primera etapa de restauración que ocurrió entre el año 2019 y 2020 como parte del Programa de Preservación del Patrimonio Cultural del Sagrario Metropolitano.
En esta etapa se erradicó la fauna nociva, sellado y calafateo de grietas; se modernizó el sistema eléctrico de pararrayos y también se nivelaron algunos pilotes, dispositivos que sostienen a la Catedral y evitan su hundimiento. La segunda fase de restauración ocurrió durante los últimos meses del año 2022, un proceso donde se arreglaron estructuras de las dos torres campanario, en especial la oriente, donde se colocó la cruz que había caído durante el sismo.
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Para esta primera fase de restauración se utilizaron 20 millones de pesos del fideicomiso, entre algunas otras acciones del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y para la segunda etapa se utilizaron 56 millones de pesos del extinto Fondo de Desastres Naturales (Fonden), asignados desde el pasado 2017 para atender las necesidades del inmueble.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer, según informa el padre Ricardo Valenzuela, rector del inmueble pues, aunque los arreglos son importantes, todavía faltan algunos arreglos a la Catedral, pues fue abandonada entre 30 y 100 años, según informe de los expertos que se han dado a la tarea de estudiar su estructura, interiores y espacios abiertos.
¿Cómo son las campanas de esta Catedral?
La estructura de la campana son tipo esquila que giran 360 grados y cada una de las 35 campanas que hoy tiene este edificio cuenta con un nombre e historia muy particular y se tocan de manera manual. La más antigua de ellas es conocida como “La Doña”, un artefacto que según cuenta la leyenda, fue fundida de un cañón que Hernán Cortés había cedido para ello, mientras que la más joven de todas es la san Juan Diego que tuvo la dicha de ser bendecida por el Papa Juan Pablo II en su última visita a México.
La campana más grande de todas se llama Santa María de Guadalupe de 1792, la cual pesa 13 toneladas y tiene un diámetro de cuatro metros, su badajo o bola pesa 260 kilos. Santa María Magdalena, conocida como “la campana bebé” pesa solo 50 kilos, la primera en ser tocada el próximo Sábado Santo, pues es la que se encarga de dar la orden para que toquen las demás, a través de un total de 32 campaneros voluntarios que harán sonar todas ellas en cuanto el obispo cante el Gloria a Dios en el Cielo.