ZONAS ARQUEOLÓGICAS DE MÉXICO

La cuatro zonas arqueológicas de Hidalgo que resultan ser una joya para la historia de México

Conoce más osbre los rincones y la historia que tiene Hidalgo para ti, un estado maravilloso

Zonas arqueológicas de Hidalgo.Los bellos lugares que guardan una historia de MéxicoCréditos: INAH
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Hidalgo es uno de los estados más importantes del país debido a su historia y sus sitios arqueológicos, mismos que cuentan y narran la historia de nuestro país, puesto que existieron grandes asentamientos que nos dan indicios de cómo eran las civilizaciones antiguas que poblaron nuestro territorio.

Este estado, ubicado en el centro de México, cuenta con joyas antropológicas que sin duda narran cómo era la vida hace cientos de años, mucho antes de que llegara la Conquista por parte de los españoles, así que estos sitios tienen mucho por contar debido a que en los establecimientos se dieron a conocer muchos descubrimientos importantes para la civilización.

Es por eso que ahora te contamos los cuatro sitios arqueológicos de Hidalgo que son realmente una joya para México.

Los mejores sitios arqueológicos de Hidalgo

Xihuingo

Antiguo establecimiento de cazadores recolectores y agricultores iniciales, fundado hace veinte siglos, que recibió la influencia teotihuacana y se convirtió en centro acolhua de distribución del Altiplano hacia el Golfo. Contiene notables pinturas rupestres en Tres Peñas y El Tecolote.,

La pirámide del Tecolote se encuentra orientada en su eje norte-sur a la cima del cercano Cerro de las Ardillas donde abundan los grabados rupestres. Por otro lado el edificio presenta una orientación en su eje este-oeste que rebasa los extremos solsticiales del sol e incluso los extremos máximos de la luna, y al parecer estaría orientada a una de las estrellas de la constelación de Escorpión. 

Se localiza a 3 km de Tepeapulco, al pie del Cerro Xihuingo y para llegar desde la ciudad de Pachuca, hay que tomar la carretera hacia Ciudad Sahagún y Tepeapulco, rumbo al noroeste. A 2 km de Tepeapulco se localiza el sitio. Entrada libre de lunes a domingo de 9 a 17 horas.

Pañhu

Se trata de un sitio de la cultura Xajay que se desarrolló entre el año 300 y 1100. Aparentemente es el heredero de la cultura Chupícuaro del Preclásico del Bajío y relacionado con el origen de los otomíes del Valle del Mezquital. El sitio está sacralizado a Otontecutli, el Dios del Fuego Viejo, advocación otomí.

Por los rasgos estilísticos de la cerámica y la arquitectura, la población asentada en este lugar estaba emparentada culturalmente con poblaciones de la región del Bajío, principalmente con la región de Acámbaro y el desarrollo Preclásico llamado Chupícuaro-Mixtlan.

A 15 km., de Tecozautla, para llegar se toma la carretera a Huichapan, posteriormente se toma la salida a la localidad de Bomanxhotá, y sin salir del camino se llega al poblado de La Mesilla, pasando la iglesia de la localidad se sigue un camino que se distingue por el tepetate que lo caracteriza hasta llegar al sitio. El visitante puede arribar al sitio por medio del transporte público, sin embargo, este deberá caminar a la entrada del sitio. Tiene un costo de 80 pesos de lunes a domingo de 9 a 17 horas.

Tula

Tiene dos significados provenientes del náhuatl, en el primero equivaldría a “lugar de tules o juncos”, y en el segundo sería “ciudad o metrópoli”. Su posición estratégica le permitió controlar productos como la turquesa, proveniente del norte de Mesoamérica. Las primeras evidencias de ocupación en esta zona corresponden al momento en que Teotihuacán iniciaba su declive como centro rector de Mesoamérica. 

A esta época corresponden asentamientos como Chingú, Magoni y Atitalaquia. A mediados del S. VII se inicia la construcción del primer núcleo urbano de la ciudad de Tollan Xicocotitlan, llamado Tula Chico y las primeras representaciones de Quetzalcóatl en relación con el planeta Venus; pero es hacia el Posclásico Temprano que Tula llega a su época de mayor apogeo, se construye Tula Grande y las redes comerciales de la ciudad se expanden hasta Centroamérica. 

Para llegar se toma la Autopista No. 57, desviándose en el kilómetro 77 hacia la ciudad de Tula de Allende. El acceso a la zona arqueológica se encuentra bien señalizado. Del centro de Tula es posible tomar transporte colectivo que permite arribar a la entrada de la zona. El colectivo transita en dirección a Actopan, Iturbe o Santa Ana. Horario de lunes a domingo de 9 a 17 horas y cuesta 95 pesos.

Huapalcalco

Se encuentra en la comunidad de Huapalcalco, aproximadamente a 8 kilómetros al norte del municipio de Tulancingo de Bravo. Sobre la ladera poniente del cerro El Tecolote, encontramos un conjunto de monumentos piramidales con marcada influencia teotihuacana y una plaza con una estela y un altar discoidal. 

En este sitio fueron hallados yugos totonacas que manifiestan la influencia de las culturas de la costa del Golfo de México, así como el descubrimiento de una escultura del dios del fuego teotihuacano. El joven guerrero y artista Ce Acatl Topiltzin construyó aquí su Huapalcalli (casa de madera); posteriormente se trasladó a Tollan y ahí fue jefe y sacerdote del pueblo tolteca.

Está al norte de Tulancingo, y para llegar desde Pachuca hay que tomar la Carretera Federal 130 con dirección a Tulancingo y 2 km antes de llegar a esta población, seguir la desviación con dirección norte. Recorrer 3 km más hasta encontrar la nueva desviación que lleva al poblado de Huapalcalco. Entrada libre de 9 a 17 horas.