Si te gustan los viajes en el tiempo, debes saber que en México se encuentra un conjunto de pinturas rupestres que se consideran un mural rupestre y han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a su importancia cultural, histórica y a su belleza.
Estas pinturas están ubicadas en la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, en el norte de Baja California Sur, y resultan tan interesantes que incluso existen réplicas, como la de uno de los murales expuestos en el Museo Nacional de Antropología e Historia de la Ciudad de México, considerado uno de los recintos culturales más reconocidos del país. ¿Te las vas a perder?
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Pinturas rupestres de la sierra de San Francisco
La UNESCO reconoce las Pinturas Rupestres de la Sierra de San Francisco por dos criterios: representar una obra maestra del genio creativo humano y portar un testimonio único, o al menos excepcional, de una tradición cultural o de una civilización, ya sea viva o desaparecida. Este reconocimiento resulta aún más fascinante cuando se conoce a fondo la historia y el valor de este lugar.
De acuerdo con la descripción de la UNESCO, entre el siglo I a.C. y el siglo XIV d.C., el lugar donde se encuentran las pinturas fue un asentamiento de un pueblo ya desaparecido. La UNESCO lo considera uno de los conjuntos más notables de pinturas rupestres del mundo, y afortunadamente, se ha preservado a lo largo de los años gracias a la sequedad del clima y al difícil acceso al sitio. Estas pinturas representan a seres humanos y muchas otras especies animales, en composiciones interesantes, bellas e increíblemente logradas donde también se captura la relación de los humanos con el entorno.
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No se ha asignado un nombre específico al pueblo responsable de pintar estos murales rupestres, pero se considera que fueron antepasados de los cochimíes, un grupo étnico reconocido por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) de México.
¿Cómo son las Pinturas rupestres de la sierra de San Francisco?
Uno de los aspectos más llamativos de estas pinturas es la representación de seres o energías mágicas y nebulosas, así como figuras no abstractas como humanos y animales, todo ello realizado con pigmentos minerales. Además, su gran tamaño también las distingue, ya que corresponden al estilo conocido como "gran mural".
Al pensar en pinturas rupestres, comúnmente se imagina pequeños dibujos del tamaño de la palma de la mano, representando a un cazador y su presa. Sin embargo, en este sitio, las composiciones incluyen diversos colores, principalmente rojo, negro y amarillo, con figuras abstractas, mágicas, seres y animales, algunos incluso en tamaño real o incluso mayor.