Mientras que el binomio verano-invierno sigue captando la mayor parte de los viajes al extremo norte de Europa, la diversidad de experiencias turísticas que la región ofrece –unas, iluminadas por el fascinante sol de medianoche, que contempla 24 horas continuas de luz natural; las otras, por las auroras boreales que, cada año, atraen a miles de visitantes con su cautivadora danza de colores en el cielo–, el otoño extiende una tentadora invitación para conocer algunos de los rincones naturales más bellos del mundo en un contexto mucho más apacible y alejado de las muchedumbres.
A pesar de que abarcan algunas de las semanas más hermosas para visitar los países nórdicos, los meses de septiembre, octubre, noviembre y principios de diciembre –caracterizados por mañanas frías y cielos despejados; climas templados que ofrecen una alternativa a las altas temperaturas que desde verano se asientan sobre el centro y el sur del continente; días que se acortan para dar paso a largos atardeceres multicolor; suficientes experiencias al aire libre para satisfacer los intereses de todos los visitantes, y, no menos importante, precios considerablemente más accesibles en algunos de los destinos más populares– siguen siendo los más subestimados por los viajeros y, por lo tanto, también la mejor oportunidad para planear un itinerario que se ajuste al ritmo de tu grupo.
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Famosos por su grandes extensiones de tierra protegida, las aventuras a través de países como Dinamarca, Noruega, Suecia y Finlandia están estrechamente ligadas al entorno y al paso de las estaciones. En esta temporada, los amantes de la naturaleza encontrarán el clima ideal para realizar caminatas, subir montañas, navegar fiordos e incluso observar auroras boreales que, en sitios como Alta, en Noruega, y Rovaniemi, en Finlandia, hacen sus primeras apariciones tras el equinoccio de otoño.
Abre tu camino
Una de las mejores maneras de recorrer los países escandinavos que pasan de las resplandecientes costas e islas, a las montañas nevadas, es en auto, trazando un itinerario que se ajuste a tus intereses y ritmo de viaje. Diferentes operadores te pueden asistir a planear una ruta que conecte diferentes destinos e, incluso, se encargan de realizar las reservaciones necesarias. En Noruega, por ejemplo, puedes realizar el “road trip más septentrional en el planeta” que se extiende a lo largo de 160 kilómetros de paisajes árticos, entre los poblados de Varangerbotn y Hamningberg.
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El sendero del color
El otoño también ofrece la oportunidad perfecta para explorar las capitales nórdicas sin las multitudes del verano. Ciudades como Copenhague, Estocolmo, Oslo y Helsinki albergan pintorescos cafés, vibrantes galerías de arte, grandes museos y parques perfectos para realizar largas caminatas. Además, son casa de restaurantes ideales para probar las delicias de temporada que, en esta parte del mapa dominada por las aguas heladas de los océanos, ríos y lagos que la alimentan, conjugan los sabores de la carne y las moras, con el de los hongos y los ingredientes del mar.