Muchas veces, cuando llega el invierno y tenemos vacaciones, solo queremos escapar a la playa para huir del frío. Y para quienes disfrutan del clima frío, la opción contraria puede ser una montaña rodeada de paisajes nevados, donde alquilar una cabaña rústica. Pero, ¿qué te parecería combinar ambos planes?
En Jalisco existe un destino único para vivir esta experiencia: un río de aguas termales que nacen de un manantial a 42 grados Celsius. A medida que la corriente avanza, la temperatura baja, lo que genera el ambiente perfecto para calentarte sin la sensación de quemarte. Hablamos del río Verde en Cuquío, ubicado a solo dos horas en auto desde Guadalajara.
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¿Cómo llegar a río Verde, Jalisco?
El río Verde de Jalisco, también conocido como río Cuquío o río Caliente, es un río de aguas termales que surge de un manantial donde el agua brota a 42 grados Celsius. Este río desemboca en la Presa La Zurda. Para llegar desde Guadalajara, se debe tomar el camino hacia Tepatitlán, un recorrido de aproximadamente dos horas. Es necesario seguir la carretera hacia Yahualica hasta llegar a Mezcala, y luego continuar por la carretera que lleva a Cuquío.
El río Verde es un río extenso, por lo que te recomendamos comenzar tu recorrido en el puente río Verde. Desde allí, podrás disfrutar de una caminata por senderos rodeados de árboles y vegetación densa, mientras exploras las diferentes secciones del río. En el camino, tendrás la oportunidad de nadar, sumergir los pies, relajarte en su calma o incluso practicar clavados.
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El río te llevará a conocer sus diferentes secciones, algunas de las cuales alcanzan hasta 4 metros de profundidad, siendo el río termal más profundo de Jalisco. Durante tu recorrido, encontrarás pozas y cascadas de agua termal: ¿Habías escuchado de algo así? El agua en todas sus secciones es cristalina y deliciosa.
Si te preguntas cuál es la mejor época para visitar este destino, te recomendamos entre noviembre y abril. Aunque es posible visitarlo durante todo el año, en los meses más calurosos y lluviosos algunas secciones pueden presentar enlodamientos, lo que dificulta nadar. Por eso, aprovecha los meses más fríos, cuando las aguas termales te darán la sensación de estar rodeado por un calor reconfortante.