Si alguna vez las olas del mar te han revolcado al punto de que, inesperadamente, te entra agua por la boca, sabrás que el sabor no es agradable, y que sin duda no te imaginas bebiendo esto en tu cotidianidad. Pero, ¿te has preguntado de dónde viene el agua que consumimos? La respuesta es larga y varía dependiendo la región, pero por lo general proviene de ríos, lagos, arroyos, la recolección de lluvia y pozos.
La razón radica en que, a diferencia de otras especies, los humanos no estamos adaptados para consumir agua de mar, es decir, agua salada. Para que el agua de mar sea segura para el consumo humano, debe someterse a procesos de desalinización. En contraste, podemos consumir agua dulce directamente de fuentes no contaminadas como arroyos, lagos, manantiales, entre otros. Sin embargo, ¿sabías que existe un país donde sus habitantes beben principalmente agua salada sin correr riesgos?
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El archipiélago donde el agua potable proviene del propio mar
Malta es un archipiélago compuesto por tres islas ubicadas en el Mar Mediterráneo, conocido por su impresionante belleza natural, su arquitectura, playas encantadoras y enorme historia cultural. Además, la gastronomía maltesa es altamente apreciada y constituye un aspecto sobresaliente de la cultura. Te sugerimos buscar alguna receta de bigilla y experimentar para obtener una idea de los sabores únicos de Malta, antes de planear un viaje a este hermoso destino.
Es el país más pequeño de la Unión Europea, su superficie total es de 316 km². Las islas de Malta están hechas de partes de antiguas cadenas montañosas de piedra caliza y no tiene grandes ríos en su superficie, por lo que el agua dulce proviene más bien de otras fuentes como corrientes subterráneas.
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En Malta, donde la disponibilidad de recursos de agua dulce, como ríos y lagos, es limitada, se emplea un proceso conocido como ósmosis inversa para desalinizar el agua del mar y convertirla en adecuada para una variedad de usos diarios, que incluyen lavar, cepillarse los dientes, regar plantas e incluso beber.
Aunque en otros lugares se emplean procesos de desalinización para el consumo de agua de mar, Malta se destaca por su singularidad: el 57% de su suministro de agua proviene del mar, tras pasar por estos procesos. Esto significa que la mayor parte del agua que consumen los malteses es agua del mar Mediterráneo. Esto lo vuelve un país único.