La Semana Santa es una de las festividades más importantes en México. Su trasfondo es religioso ya que celebra o rinde homenaje al momento en el que Jesús fue llevado a la crucifixión. Sin duda, fue un momento clave que ha mantenido al cristianismo vivo por tantos años y en nuestro país se celebra con ceremonias religiosas.
De igual forma, en algunos lugares como Iztapalapa, en la Ciudad de México, se hace una representación de lo que vivió Jesús los últimos días de vida en lo que fue el paso previo a que fuera colgado en la cruz, por lo que la llamada “Pasión de Cristo” es muy popular y miles de personas se reúnen a verla en las calles de esta alcaldía.
Además, las iglesias tienen misas en horarios especiales y celebran esta fecha con mucho respeto y una fe importante. Ante eso, te vamos a contar cuál es la iglesia más antigua del mundo y donde puedes llevar tu fe en cualquier momento para festejar la Semana Santa de manera tradicional y como se debe.
¿Cuál es la iglesia más antigua del mundo?
De acuerdo con la página Audi Guia Roma, la iglesia de San Juan de Letrán en Roma es la iglesia más antigua del mundo y recibe por ello el título de Cabeza y Madre de todas las iglesias. Pues la misma data del siglo IV, cuando en ese momento cesaron las persecuciones contra los cristianos y el emperador Constantino cedió al Papa un palacio (llamado de Letrán), para que fuera su residencia oficial.
La iglesia de San Juan de Letrán fue la sede central de la Iglesia católica durante más de mil años, hasta que en el siglo XIV los Papas se trasladaron al Vaticano.
Fue entonces cuando a finales del siglo XVI, el rico entramado de edificios que se había ido formando en la histórica sede de Letrán fue casi enteramente demolido por Sixto V, un Papa con pocos escrúpulos a la hora de destruir monumentos antiguos. Solo se salvó de la quema fue la antigua y venerada basílica (reconstruida por Borromini en el XVII) y unos pocos restos dispersos.
¿Cómo es San Juan de Letrán?
San Juan de Letrán posee dos fachadas. La más solemne, realizada en el siglo XVIII, está coronada por una balaustrada con la imagen de Cristo y varios santos (ver foto). La fachada secundaria se encuentra junto al obelisco y es la más utilizada por los turistas, pues se orienta hacia el Coliseo y Santa María Mayor.
En el interior destacan muchas obras y formas de construcciones que en verdad son un hito para la fecha. Puedes apreciar la tumba de Martín V, con una bellísima losa de bronce y atribuida al gran Donatello.
El interior de la basílica, restaurada por Borromini, es la obra de mayor envergadura de este genial arquitecto. Los portones de ingreso proceden de la antigua Roma y son las puertas originales que había en la Curia del Senado, en el Foro Romano.
De igual forma, puedes ver el mosaico del ábside, que es una calca realizado en el siglo XIX del valioso mosaico original, destruido para retrasar varios metros el ábside.