Dentro de los platillos típicos que hay en México, el pan es uno de los más antiguos del país, así que en esta ocasión te revelaremos el destino hidalguense perfecto para probar un auténtico cocol. Los panes tradicionales que hay en el país son variados, pero uno de los más relevantes es el cocol, que se caracteriza por su color oscuro y su forma de rombo. Si quieres probar su característico sabor a anís y piloncillo debes visitar Atotonilco El Grande, a solo unas horas de la CDMX.
Además este municipio de Hidalgo se caracteriza por ser uno de los destinos preferidos por las familias que quieren conocer comida típica, así como realizar actividades al aire libre entre sus grutas, cascadas, balnearios, y bosques. Toma nota de por qué debes conocer Atotonilco El Grande y probar desde su barbacoa de carnero, mole verde, y sus dulces elaborados con piloncillo, pepita de calabaza, etc.
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Atotonilco El Grande, el destino ideal para probar cocoles
Uno de los panes más antiguos de México es el cocol, que generalmente se consume por las mañanas en localidades como Tlaxcala, Puebla, Hidalgo, Estado de México y Ciudad de México; por ello queremos recomendarte probar este platillo, así como sus variables rellenas de mermelada o nata, para tu próxima ESCAPADA en este bello municipio de Hidalgo.
El pan de Atotonilco el Grande es muy famoso en especial sus cocoles, hay cocoles simples o rellenos de queso y cajeta, que harán de tu viaje algo especial, ya que estarás conociendo su forma artesanal de elaboración. Recuerda que también puedes disfrutar de sus encantos como la Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán. cuyos paisajes son especiales, pues es una llanura que parece que se hunde entre barrancas y cañones-
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También puedes conocer las Aguas Termales de Amajac, o ir al Ex Convento de San Agustín considerado como la primera construcción agustina del Estado de Hidalgo. Otro complejo turístico perfecto para relajarse es el balneario El Bañito, que se encuentra dentro del municipio y es el favorito por su exuberante vegetación y sus albercas de agua cristalina. También debes conocer la Hacienda de San Juan Tezahuapa, de las pocas construcciones mineras que se encuentra en las orillas del Río Amajac, donde aún se conserva parte de su iglesia y restos de cantera blanca. Sin duda es un espacio con grandes atractivos turísticos y gastronómicos que debes aprovechar para un fin de semana en familia, con amigos, o en pareja, que te harán salir de lo cotidiano.