DESTINOS ÚNICOS

Un pueblo que quedó en ruinas después de una inundación y que tiene un único habitante

¿Buscas una experiencia cinematográfica? Nada mejor que un pueblo fantasma, cargado de misterio y belleza

Epecuén.El pueblo fantasma de Argentina Créditos: Unsplash/ Nicolas Castez
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A solo 6 horas de la capital de Argentina, Buenos Aires, se encuentra uno de los destinos más misteriosos e impactantes del país: Epecuén. En su pasado, fue una villa turística sumamente glamurosa y transitada. Sin embargo, en 1985, una inundación obligó a la evacuación de sus más de 1,000 habitantes, quienes perdieron todo.

Después de permanecer inundado durante años, Epecuén se ha convertido en un destino turístico único, perfecto para los amantes de los lugares místicos y distintivos. Conocido como un pueblo fantasma y designado como Reserva Natural Municipal, atrae a quienes buscan experiencias fuera de lo común. Para explorarlo, se recomienda contar con un guía turístico local de las zonas cercanas.

El nacimiento de un pueblo fantasma en Argentina 

En 1921 se fundó la Villa Epecuén, un lugar que en sus mejores años llegó a recibír 25 mil turistas en temporada alta, debido a su ubicación junto al Lago Epecuén, conocido como un sitio mágico con aguas curativas, gracias a su alta salinidad. Por su belleza y la presencia de grandes hoteles y comercios, se convirtió en un destino popular tanto para la salud como para el ocio.

Durante los años 50 y 80, experimentó un gran crecimiento y se convirtió en un destino favorito, especialmente para los habitantes de Buenos Aires y sus alrededores. Sin embargo, todo cambió el 10 de noviembre de 1985, cuando el lago Epecuén sufrió una crecida repentina y sin precedentes. Esto provocó la ruptura del muro que rodeaba la villa, sumergiéndola por completo bajo el agua y obligando la evacuación de todos sus habitantes, quienes lo perdieron todo.

Así, la mayor parte de Epecuén permaneció sumergida durante 20 años, y todos sus habitantes fueron desalojados, todos excepto uno: Pablo Novak, quien recientemente falleció a los 93 años, el 22 de enero. Él fue la única persona que, a pesar de la inundación y la inhabilitación de la ciudad, se negó a abandonar su hogar y vivió allí hasta el día de su muerte. Tras su fallecimiento, Epecuén oficialmente se convirtió en un pueblo fantasma, aunque con el paso de los años ha ido recuperando vida gracias al turismo.

Pablo Novak, el único habitante del pueblo fantasma cerca de Buenos Aires. Créditos: Unsplash/ Rafael Hoyos Weht

Recomendaciones para visitar Epecuén  

Para llegar desde la Capital Federal de Buenos Aires, es necesario primero llegar a Carhué, que es la ciudad vecina y está a tan solo 7 km de distancia. En Carahué puedes alojarte y planificar tu visita a las ruinas de Villa Epecuén. Recuerda que en las ruinas no hay comercios ni hospedaje, por lo que te recomendamos llevar comida y agua. Para ir en autobús las empresas que van son  Nueva Chevallier y Pullman Gral. Belgrano.