Antes de la Conquista Española, en lo que se conoce lo que hoy es la CDMX, se construyó una de las principales ciudades de las antiguas civilizaciones, Tenochtitlán, la cual fue completamente destruida por órdenes de Hernán Cortés con el fin de implementar su propia forma de gobierno, según lo narran registros históricos. Por ello, todavía es posible encontrar restos de lo que llegó a ser esa ciudad, como una construcción hecha por cráneos.
Como en nuestras clases de Historia nos han mencionado, cada cultura tenía su dios y le rendían honor a través de ofrendas y sacrificios humanos o de animales. La extinta Tenochtitlán no se quedó atrás respecto a este tipo de prácticas y hasta los restos humanos los llegaron a usar para algunas construcciones, como de las que te mencionamos a continuación.
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El Tzompantli, el muro de cráneos en la CDMX
La ciudad de Tenochtitlán es considerada como uno de los centros políticos y religiosos de las antiguas civilizaciones más importantes en la historia de México. Y entre sus construcciones más destacadas encontramos el Templo Mayor que intentó ser destruido por los españoles, pero del cual se rescataron algunas partes con el paso del tiempo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los mexicas creían que en el Templo Mayor o Huey Teocalli se “confluían tanto los cuatro rumbos de la Tierra y el eje de los tres niveles de la vida: el cielo, la tierra y el inframundo”, por lo que era un lugar sumamente sagrado.
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Y como parte de su construcción, los mexicas construyeron un adoratorio llamado Tzompantli para Ehécatl, dios del viento, el cual estaba hecho por cráneos humanos, pertenecientes a las personas que llegaron a ser sacrificadas en honor a dicho dios, aunque también algunos restos pertenecían a los guerreros que morían en la batalla, pues se colocaban en este muro como símbolo de gloria y valentía.
¿Dónde ver el muro de cráneos del Templo Mayor?
Es importante recalcar que el muro de cráneos no está incrustado en alguna de sus caras del Templo Mayor, pero fue hallado al pie de esta pirámide y se considera como una extensión del recinto. Actualmente, se exhibe en el Museo del Templo Mayor, al cual tienes derecho de pasar para conocer todos los vestigios que se encontraron cerca de la zona.
Asimismo, es importante decir que se han realizado investigaciones sobre este adoratorio y, según los resultados de los análisis, la mayoría de los cráneos pertenecen a hombres de entre los 25 a 35 años de edad.