La Ciudad de México es una urbe llena de sorpresas y rincones por descubrir, incluso para sus propios habitantes, quienes a menudo no terminamos de explorarla por completo. Entre sus monumentos, tradiciones y museos, resalta la Ciudad Universitaria de la UNAM, donde el imponente edificio de la Biblioteca Central es uno de los sitios más emblemáticos y visitados, gracias a su singularidad y magnificencia.
La Biblioteca Central de la UNAM es un edificio enigmático con una historia fascinante. Lo que lo hace tan especial es su exterior, cubierto por un enorme mural compuesto por piedras de colores que, a lo largo de 4,000 metros cuadrados, narran momentos fundamentales de la historia de México y de la universidad.
¿Cuántos pisos tiene la Biblioteca Central de la UNAM?
La Biblioteca Central de la UNAM es un imponente edificio de 10 plantas. Inicialmente concebido para albergar la Biblioteca Nacional y la Hemeroteca Nacional, su diseño contemplaba 10 niveles cerrados, con solo la planta baja abierta al público. Este ambicioso proyecto se gestó a mediados del siglo XX, como parte del plan para centralizar diversas instalaciones universitarias en un solo espacio, dando lugar al desarrollo de la Ciudad Universitaria.
Para llevar a cabo el desarrollo de la biblioteca, se conformó un equipo liderado por el arquitecto y pintor Juan O'Gorman, pionero en la introducción de las ideas del funcionalismo en México. Esta corriente se basa en el diseño de edificios según su uso y función, priorizando la utilidad sobre la ornamentación. Inicialmente, se concibió la fachada del edificio de la biblioteca como cuatro muros ciegos que cubrirían sus diez pisos. Sin embargo, O'Gorman propuso adornar estos muros utilizando una técnica que él y Diego Rivera habían perfeccionado en el Museo Anahuacalli.
La técnica empleada consistía en murales elaborados con piedras de colores extraídas de excursiones, asegurando así su resistencia a los efectos del clima. O'Gorman, cuyo padre era ingeniero especializado en minas y pintor, tenía un profundo conocimiento sobre materiales y piedras de colores, lo que facilitó el trabajo. Además, al elegir el tema del mural fue central su interés en la historia mexicana.
No fue tarea sencilla lograr la aprobación del proyecto de O'Gorman para los murales, pero finalmente fue aceptado y sus bocetos se mantuvieron en la ejecución final. A lo largo de años de arduo trabajo, participaron miles de trabajadores y se utilizaron miles de piedras de colores, además de vidrio pintado para lograr el tono azul, dado que no se encontró ninguna piedra azul que satisficiera al artista.
Mural: Representación histórica de la cultura
El monumental mural dividido en cuatro secciones que adorna la Biblioteca Central de la UNAM fue titulado por el propio Juan O'Gorman como "Representación histórica de la cultura". En él, cada uno de los cuatro muros -norte, oriente, sur y poniente- plasma distintos momentos y conceptos de la historia de la cultura mexicana y de la vida universitaria. A pesar de su fascinante contenido, este mural no fue del agrado de todos; de hecho, incluso dos de los artistas más prominentes de México, Siqueiros y Tamayo, lo criticaron.
En sus cuatro muros, Juan O'Gorman representa diversos aspectos de la historia mexicana. Por un lado, el pasado prehispánico, donde deidades como Tláloc, Mictlantecuhtli y Huitzilopochtli cobran vida, junto con la formación de Tenochtitlán y las ceremonias y tradiciones de la época, incluyendo los canales que rodeaban la ciudad. En otro muro, nos transporta al período colonial, explorando la dualidad de las percepciones del universo según Ptolomeo y Copérnico, así como escenas relacionadas con la conquista.
En los muros más estrechos, podemos apreciar representaciones de la UNAM y del mundo contemporáneo en el muro poniente, destacando la importancia de la vida académica y universitaria. En el muro oriente, O'Gorman nos presenta la unión entre la vida rural y urbana a partir de la Revolución Mexicana, así como los avances científicos y tecnológicos que han marcado el desarrollo del país.