En el extremo oriental de Chiapas, en donde la frontera con Guatemala describe un precipitado ángulo hacia el sur, las Lagunas de Montebello se abren entre la selva como si las legendarias tonalidades turquesas y esmeralda de sus aguas fueran un portal a través del cual la naturaleza en su estado más puro comenzara su tránsito hacia la fantasía.
Ubicados a poco más de 50 kilómetros desde la comunidad de Comitán, las decenas de cuerpos de agua del Parque Nacional componen uno de los escenarios naturales más famosos del sur de México. Aquí, los caminos que serpentean entre los árboles –208 especies de ellos– y que conectan cenotes con las lagunas más grandes, como la de Montebello que le da nombre al Parque, también lo convierten en un destino predilecto entre los senderistas.
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Además de caminar alrededor de los lagos, que dibujan auténticas playas turquesa en medio de la selva, los viajeros pueden emprender camino arriba, por las colinas del sitio, para alcanzar alguno de los miradores que regalan postales inolvidables, en donde la escala de los paisajes nos recuerda que, en aquellos rincones que aún permanecen sujetos a los designios del ecosistema, las fronteras no existen.
El jardín de Chiapas
El parque nacional Lagunas de Montebello es uno de los rincones más biodiversos en Chiapas. Este arrebatador escenario de bosques esmeralda es casa de más de 157 especies de orquídeas y 93 especies de hongos, además de 277 especies de aves, 65 de mamíferos y 35 de reptiles.