En México, nos encanta celebrar, y estamos a punto de vivir una de las fechas más significativas del año: el Día de la Candelaria. Cada 2 de febrero, esta festividad conmemora, según las tradiciones cristiana y católica, la presentación del Niño Jesús en el templo y la purificación de la Virgen María. En Xochimilco, además, tiene lugar un evento muy especial: el cambio de mayordomos del Niñopa.
El Niñopa es una representación del Niño Jesús tallada en madera de palo de colorín del siglo XVI, venerada en Xochimilco. Cada año, el 2 de febrero, se lleva a cabo una misa en la Catedral de San Bernardino de Siena, donde se oficializa el cambio de mayordomo después de conmemorar la presentación del Niño Jesús en el templo.
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Si te preguntas qué significa el cambio de mayordomo, te sorprenderá saber que el Niñopa no tiene un templo fijo. En su lugar, las familias de Xochimilco asumen la responsabilidad de cuidarlo y venerarlo durante un año. Este sistema de culto, que comenzó en el siglo XIX. El Niñopa es una de las imágenes religiosas más antiguas del continente.
Este 2025, la misa será a las 11:30 a. m., seguida de una procesión hasta la nueva morada del Niñopa. Este año, la imagen pasará de la familia López Hernández a su nueva familia anfitriona, ubicada en la calle Xaltocan número 39, en el Barrio Xaltocan. La procesión, llena de alegría, cantos y tradición, recorrerá a pie un trayecto de aproximadamente 10 minutos, dando lugar a un momento especial para la comunidad.
¿Qué significa el Niñopa?
El nombre de esta representación del Niño Jesús, Niñopa, significa "niño padre". Por otro lado, también se utiliza la palabra Niñopan para referirse a esta imagen, y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) aclara que este término significa "el lugar donde está el niño". En este caso, la palabra "niño" se emplea de forma literal, mientras que la terminación -pan proviene del náhuatl y significa "dentro" o "del lugar".
El origen del Niñopan, creado en el siglo XVI, sigue siendo un misterio, ya que no se cuenta con registros precisos sobre quiénes fueron sus creadores. Esta escultura, que mide 51 centímetros y pesa 598 gramos, no llega sola a la familia que la recibe cada año. Además de la imagen, la familia anfitriona asume la responsabilidad de cuidar sus trajes, ropa, joyas, cunas, muebles, juguetes, cobijas y otros objetos asociados a su veneración.
Cada 2 de febrero, cuando el Niñopan pasa a una nueva familia, esta debe preparar un altar donde será venerado, así como una habitación especial para alojarlo. Durante la procesión entre la iglesia y su nuevo hogar, el ambiente se llena de música y tradición, con la presencia de mariachis, músicos de distintos estilos, comparsas, desfiles y más, creando un evento lleno de color y alegría.