TIPS PARA VIAJEROS

Ingeniera en alimentos explica qué alimentos comer y cuáles evitar antes de un vuelo largo.

Consejos para evitar malestares en trayectos largos y hábitos que ayudan a viajar con mayor comodidad

Vuelos.Ingeniera en alimentos explica qué alimentos comerCréditos: Canva
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Seguro te has preguntado qué es lo más adecuado para comer antes de un trayecto extenso, sobre todo cuando buscas evitar molestias durante un viaje en avión. Nada peor que sentir el estómago alterado en un asiento reducido, rodeado de personas y con baños poco cómodos y con poca privacidad. 

Hoy vamos a contarte lo que explicó una ingeniera en ciencia de los alimentos y asesora de viajes, quien señaló varios puntos que conviene considerar para reducir inflamación, mareos u otros malestares que pueden afectar tu experiencia a bordo. Esta información fue compartida por la ingeniera, cuya cuenta en redes sociales aparece como Viajes_karen_enruta.

Empecemos por las frutas, que parecen inocentes pero no todas funcionan bien a gran altitud. La experta recomienda dejar pasar la manzana y otras que tengan mucha fibra, ya que con la presión del avión se mueven más lento por el intestino y terminan causando molestias. Los jugos tampoco ayudan, pues sus azúcares concentrados pueden darte dolor de cabeza o irritarte más de lo normal. Recuerda que a miles de metros de altura, tu cuerpo se vuelve un poco más sensible.

Las frutas que sí son buena idea son: plátano maduro, ya que te mantiene estable gracias al potasio, la pera que se digiere suavecito y la sandía que hidrata sin generar gases. Son frutas amigables que no fermentan rápido, algo que tu estómago agradece cuando el movimiento es limitado y el aire seco. Vienen perfecto para comer algo ligero antes de abordar.

¿Qué verduras y proteínas comer antes de un vuelo largo? 

Con las verduras pasa algo curioso: la especialista aclara que no hay grandes prohibiciones, pero sí conviene elegir opciones frescas que hidraten. El pepino encaja perfecto porque es ligero y mantiene el equilibrio cuando el ambiente dentro del avión reseca todo. No necesitas armar una ensalada completa; basta con un snack que te haga sentir bien sin activar tu digestión de más.

En el caso de las proteínas, el asunto se pone un poco más delicado. Las carnes rojas pueden darte batalla porque su digestión es lenta y, en cabina, ese proceso se frena todavía más. En cambio, el pollo y el pavo cocidos son la jugada segura: pasan bien, no pesan y te permiten viajar sin sentir ese nudo incómodo en el estómago. El yogur griego natural también ayuda muchísimo, sobre todo si tu estómago suele reaccionar a los cambios de presión.

Los carbohidratos también tienen que ser tomados en cuenta. Panes dulces, bollería y toda la combinación de harina con azúcar tienden a inflamarte. Y aunque parezcan saludables, las barras fitness suelen tener alcoholes y azúcares que se fermentan hasta tres veces más fuerte en altura. Mejor apostar por arroz o avena cocida, que dan energía estable sin revolverte por dentro.

El tema de las bebidas es quizá el más importante. Las gasificadas se expanden con la altura y te dejan con hinchazón desde el despegue. El alcohol deshidrata muchísimo más arriba, altera tu sensación de cansancio y puede complicar la circulación, así que conviene dejarlo para el destino. El café tampoco coopera porque intensifica la deshidratación. En cambio, el agua natural, los electrolitos y el té de jengibre hacen maravillas para mantener tu cuerpo en calma.

Viajes en avión y los alimentos recomendandos. Créditos: Pexels/ Amnah Mohammad

Consejos para viajes en avión muy largos 

Además de la comida, también hay trucos extra que harán que tu viaje sea una grata experiencia. Tomar agua desde horas antes del despegue, dormir bien, usar ropa cómoda y mover las piernas durante el vuelo hacen una diferencia enorme. También es buena idea tener tus documentos listos, revisar requisitos migratorios, hacer check-in con tiempo, llevar entretenimiento descargado y preparar tu equipaje de mano con lo básico para cualquier imprevisto.

Ya que llegas al destino, es importante ajustarte: hidratarte, caminar un poco, descansar. Pequeños pasos que reducen la pesadez típica de tantas horas sentado. Así que no lo olvides: comer bien antes de un vuelo largo puede ser la diferencia entre llegar fresco o bajarte con malestares.