Si hay algo que nos encanta de la Navidad y el Año Nuevo son los rituales. Eso que, durante el resto del año, muchas veces queda de lado por las prisas de la cotidianidad. En diciembre ocurre una pausa colectiva donde de nuevo le damos espacio a lo comunitario, a lo místico, a hacer cosas que en otro contexto quizá nos parecerían muy extrañas.
Y así como en México tenemos tantos rituales en Navidad y al inicio del Año Nuevo, en muchos otros países también existen prácticas muy únicas. Una de las más comentadas viene desde Europa y tiene que ver con algo que todos tenemos en casa: un simple zapato.
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Hoy toca hablar de una costumbre muy divertida que se practica en la República Checa, especialmente entre quienes desean saber cómo pinta el amor para el próximo año. La mecánica es tan sencilla como sorprendente: las personas solteras se colocan de espaldas a la puerta y lanzan un zapato por encima del hombro durante la noche del 24 de diciembre.
El momento de mayor emoción llega cuando el calzado aterriza. Si la punta queda mirando hacia la salida, se interpreta como una señal de boda en el año entrante. Si queda hacia otro lado, el mensaje sería que habrá que esperar un poco más. Antes se decía que solo las mujeres debían lanzarlo, pero hoy ya lo hacen personas de todos los géneros.
Rituales navideños en República Checa
En la República Checa existen muchos otros rituales navideños que giran alrededor de supersticiones, deseos y señales. Algunos incluyen alimentos que se consideran especiales, como el ajo para atraer protección o la miel para evitar malas energías. Los hogares también siguen pequeños pasos durante la cena del 24 de diciembre, desde el número de platos hasta la forma de sentarse a la mesa.
Otra práctica muy conocida es hacer pequeños barquitos con cáscaras de nuez y velitas. Cada persona coloca su “barco” en un recipiente con agua y observa hacia dónde se mueve. Si avanza con decisión, es una buena señal; si se hunde, se interpreta como un aviso de que habrá que poner atención a ciertos aspectos del año siguiente.
También se acostumbra cortar una manzana transversalmente después de la cena. El interior puede revelar una figura parecida a una estrella, lo cual se toma como un mensaje positivo sobre la salud y la unión familiar. Si aparece otra forma, muchos creen que podría advertir de un año complicado.
Y si creías que eso era todo, queda una costumbre bastante extrema: ayunar el 24 de diciembre. Se dice que quienes lo logran pueden llegar a ver al famoso “cerdito dorado”, una especie de visión que anuncia buena fortuna. El problema es que, con tantos platillos tentadores en la mesa, realmente es un reto lograrlo. Aun así, cada año hay valientes que lo intentan.
Rituales navideños y el muérdago
A lo largo del país también se acostumbra regalar muérdago, porque recibirlo se interpreta como un impulso al romance y a las conexiones del año siguiente. Eso sí, hay una regla: no se compra; debe ser un obsequio para que la energía fluya. Luego se cuelga en la entrada de la casa para atraer buenos encuentros.
Así que si este diciembre te sientes con ánimo de agregar algo distinto a tus festividades, ya sabes: puedes intentar el famoso zapatazo checo. Total, no pierdes nada y quizá hasta te llevas una sorpresa divertida para empezar el año. Y quién quita, tal vez hasta termines contando la historia en tus próximas reuniones sobre cómo supiste que se venía tu boda.