Cuando el invierno avanza y el frío se mete por todos lados, una ESCAPADA es la solución. México es el país perfecto para ello, y hay varios rincones del país donde el agua parece diseñada para descansar. En estas playas puedes olvidarte del viento helado y enfocarte en la arena tibia y el sonido del mar. ¿Viajas con pequeñines? No te preocupes.
Viajar con niños no tiene por qué sentirse como una misión imposible. Hay lugares donde el mar se mantiene tan sereno que hasta parece hecho a la medida para que jueguen. Claro que siempre hay que estar atentos, pero en las playas de las que vamos a hablarte el entorno ayuda a que el día avance en paz y se disfrute de verdad.
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Están ubicadas en distintos puntos de México, así que puedes elegir según lo que te quede más cerca o lo que te llame más la atención. Hay opciones tanto en el Pacífico como en el Caribe, y todas sirven para hacer una pausa del clima frío y regresar con energía renovada después de unas buenas vacaciones de invierno.
Playas perfectas para ir con niños dentro de México
Para pasarla bien en familia hay que ir preparados: una sombrilla o toldo para sombra segura, protector solar que se reaplique varias veces, snacks que no se derritan, agua suficiente y un cambio extra por si terminan empapados. También ayuda marcar un punto visible para que sepan dónde regresar y mantenerlos a la vista cada que entren al mar.
Playa Norte, Quintana Roo
Playa Norte, en Isla Mujeres, es un paraíso donde el agua parece quieta incluso cuando corre una brisa ligera. Su tono turquesa y la poca profundidad permiten chapotear sin miedo a cambios repentinos. Tiene certificado Blue Flag, así que está limpia y bien cuidada, y además se puede caminar por el Pueblo Mágico, comer rico y moverse en bici.
Playa Palmilla, Baja California Sur
En San José del Cabo se encuentra Playa Palmilla, una zona pública con agua tan tranquila que hasta los más pequeños se sienten seguros al entrar. Tiene baños, regaderas y estacionamiento, lo que hace el día más sencillo para las familias. Es común ver gente en snorkel, kayak y paddleboard porque la marea permite hacerlo. El acceso suave y el espacio arenoso ayudan a relajarse sin temer cambios bruscos en la profundidad.
Playa Elefante, Oaxaca
Muy cerca de Mazunte está Playa Elefante, una joya relajada donde pareciera que las olas se apagan para que todos se metan. Hay baños públicos, regaderas y algunas palapas con cocos fríos o nieves que caen perfecto bajo el sol. Además, no suele estar saturada, así que puedes extender tu toalla sin pelear por espacio y dejar que los niños jueguen a gusto sin sentir presión alrededor.
Playa Madagascar, Jalisco
El tono naranja de su arena crea una vista única al contrastar con el azul del mar. Se llega caminando unos 20 minutos desde Boca de Tomatlán o en una lancha económica que te deja justo en la orilla. La playa es rústica, tranquila y sin ruidos que distraigan. Aquí puedes nadar, hacer snorkel o flotar en el agua tibia. No hay restaurantes cerca, así que toca llevar agua, snacks y lo necesario para pasarla bien sin depender de servicios externos.
Playa Chipehua, Oaxaca
Este sitio es poco conocido y eso ayuda a que se mantenga sereno. Chipehua tiene dunas blancas y formaciones naturales bellísimas, además de un mar suave que invita a entrar sin miedo. No es una zona con hoteles o música fuerte, pero sí hay comida casera y una atmósfera familiar que te invita al descanso total.