Si tú eres de aquellos a los que el espíritu viajero nos lleva a buscar los destinos más enigmáticos que existen en el mundo, permítenos comentarte que no tienes que salir de México para disfrutar un viaje lleno de adrenalina y misterio, pues dentro del territorio nacional existen destinos como el Bosque de los Duendes en Hidalgo, la zona del silencio en Durango, el Exconvento del Desierto de los Leones en la Ciudad de México y muchos sitios más.
Sin embargo, existe uno en especial que no es muy reconocido, pero que está ligado al pasado prehispánico del país, época donde la magia, los rituales y la superstición se podía sentir en el ambiente, pues dentro del territorio nacional existían personas dotadas con algunas facultades que podemos nombrar como sobrenaturales, y con la llegada de los extranjeros a nuestro país, estos saberes ocultos se fueron incrementando.
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Uno de los mejores ejemplos acerca de estas realidades ocultas en nuestro país es este misterioso templo ubicado en las faldas del volcán Popocatépetl, del que se dice que fue hogar de rituales de los nahuales, palabra náhuatl que puede traducirse como brujo o hechicero, y que no son otra cosa que criaturas que tienen la facilidad de convertirse en personas y animales a placer.
Nahualac, el enigmático templo de los nahuales en las faldas del Popocatépetl
Este bello y misterioso destino se trata de una especie de laguna, que contiene un tetzacualco, palabra que puede traducirse como adoratorio, cuyos orígenes pueden rastrearse hasta la época prehispánica, pues se dice que los habitantes de la cercanías lo veían como un lugar sagrado en el que realizaban cultos en los que veneraban al agua como uno de los elementos primordiales de la existencia, en donde se han encontrado diversos materiales así como simbolismo propio de estas actividades.
De acuerdo a los resultados de los estudios hechos por los expertos, afirman que los rituales en este destino realizados por verdaderos especialistas, quienes pudieron haber sido conocidos como nahuales, que vivían en las cercanías de lo que hoy es Chalco y en las faldas del volcán Popocatépetl, pues se han encontrado símbolos que pueden representar el inicio o la creación de la tierra o el mundo, de acuerdo las interpretaciones de estos personajes.
Al ir más a fondo en sus investigaciones afirman que este bello cuerpo de agua, que se mantiene inundado la mayor parte del año, también pudo ser una especie de adoratorio a deidades como Tlaloc, Dios de la lluvia, o Toci Chicomecóatl, así como Chalchiuhtlicue y Tlazoltéotl, Diosas de la fertilidad, el maíz el agua y la tierra, con quienes los antiguos habitantes buscaban contactar de diversas maneras.
Pese a que hoy en día esta zona arqueológica no está abierta al público, autoridades del Instituto Nacional de antropología e Historia buscan preservar de la mejor manera el 100% de este territorio, que ofrece una conexión única con el pasado y que también puede ayudarnos a comprender la visión cosmológica que tenían los antepasados y los lugares que consideraban sagrados.