¿Te gustaría nadar en la playa más pequeña del mundo? Para hacerlo, necesitas viajar a España. Pero antes de contarte sobre ella, piensa en lo siguiente: una persona tarda entre 45 segundos y 1 minuto en caminar 50 metros. ¿Y si te dijeramos que esa es exactamente la longitud de esta playa?
Se encuentra en Asturias, una región de España conocida por sus espectaculares costas. Sin embargo, lo que hace única a esta playa, llamada Playa de Gulpiyuri, es que se trata de una playa de interior, es decir, no tiene salida directa al mar. Su extensión es de 50 metros de largo y aproximadamente el mismo diámetro, por lo que es un lugar único en el mundo.
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Su nombre describe perfectamente su esencia, ya que Gulpiyuri significa "círculo de agua". También es conocida como "la playa sin horizonte". Está rodeada de acantilados escarpados y formaciones de roca caliza. A través de las cuevas y grietas en estas rocas, el agua del mar Cantábrico se filtra hasta llenar este pequeño pero impresionante paraíso natural.
Aunque pueda parecer una laguna, Gulpiyuri es una playa, cuenta con una franja de arena de aproximadamente 100 metros a su alrededor. Su origen se debe a miles de años de erosión, en los que el mar fue esculpiendo la roca hasta formar cuevas subterráneas que, con el tiempo, generaron un sumidero inundado. Debido a su valor geológico y paisajístico, en 2001 fue declarada Monumento Natural.
¿Cómo llego a la playa más pequeña del mundo?
Llegar a este lugar no es sencillo. La mejor ruta comienza en Naves, el pueblo más cercano, desde donde hay que caminar varios kilómetros entre acantilados. Solo se puede acceder a pie y no está permitido el ingreso con animales. Además, la temporada de baño es del 1 de junio al 30 de septiembre, por lo que si planeas visitarla, es importante considerar estas fechas.
Si decides conocer Gulpiyuri, sigue siempre las indicaciones de los locales y autoridades. Durante la temporada de baño, es posible nadar y bucear, pero hay que estar atento a un fenómeno natural llamado drenaje. Cuando la marea baja, el agua regresa al mar a través de las mismas grietas por las que llega, creando la sensación de que la playa se vacía, lo que hace fundamental elegir el momento adecuado para disfrutar del agua.
Por último, recuerda que no hay infraestructura turística en el área, por lo que debes llevar todo lo necesario: agua, alimentos y otros víveres. También es importante recoger toda la basura y respetar el entorno para preservar este extraordinario rincón natural. ¡Ahora sí, todo listo para nadar en la playa más pequeña del mundo!