¿Ya tienes fechas para tus próximas vacaciones? ¡No hay nada como unos días fuera de casa para recargar energías! Viajar es una gran oportunidad para conectar con nosotros mismos, replantear objetivos y hacer una pausa, pero muchas veces el problema surge cuando la fecha se acerca y no hemos reunido la cantidad de dinero que teníamos en mente para ese destino que tanto anhelamos.
No te preocupes, a veces basta con cambiar la forma de ahorrar para alcanzar nuestras metas sin necesidad de trabajar más o reducir nuestro descanso. Para ello, la PROFECO recomienda el método de "ahorro hormiga". Su nombre proviene de los pequeños montos que se guardan constantemente, siguiendo la misma lógica de los "gastos hormiga", esos pequeños desembolsos diarios que, aunque parecen insignificantes, terminan afectando nuestro presupuesto.
Te podría interesar
Ejemplos de esto incluyen comer fuera con frecuencia, comprar cafecitos aesthetic de forma constante, adquirir productos en paradas de transporte o en la fila del supermercado, muchas veces innecesarios y que incluso podemos olvidar o no utilizar. ¿Te suena este tipo de prácticas?
El ahorro hormiga funciona de manera inversa: en lugar de gastar en pequeñas compras diarias, destinas ese dinero a un propósito específico. Se trata de guardar en un contenedor monedas y billetes del cambio que recibes en gastos cotidianos, etiquetándolo con un objetivo concreto, como "vacaciones".
¿Cómo puedo identificar mis gastos hormiga?
Cuando identifiques tus gastos hormiga, notarás que suelen hacerse de forma impulsiva, corresponden a productos o servicios prescindibles y solo brindan una satisfacción momentánea, pero afectan tu presupuesto cuando haces cuentas. Al reconocer cuáles puedes evitar, podrás redirigir ese dinero a tu ahorro hormiga y acercarte a esas vacaciones que tanto deseas.
Puedes definirlo para el corto plazo si planeas un viaje breve, a mediano o a largo plazo, pero lo más importante es convertirlo en un hábito. No es necesario ahorrar grandes cantidades, pero sí hacerlo diariamente. Poco a poco te acostumbrarás a que, si ibas a gastar 10 o 15 pesos en algo prescindible, puedes destinarlos a tu fondo de ahorro.
Una estrategia efectiva que propone la PROFECO es fijar un plazo y revisar el monto reunido al finalizarlo. Si alcanzaste tu meta, úsalo para lo que lo destinaste; si no, continúa ahorrando hasta lograrlo. Así, este método puede convertirse en una costumbre que te permitirá reservar dinero siempre, adaptándolo a diferentes objetivos con el tiempo.