Cada verano, entre junio y agosto, los bosques de Morelos se llenan de pequeñas luces titilantes. Se trata de la temporada de luciérnagas, un espectáculo natural que puede disfrutarse a menos de dos horas de la Ciudad de México. Durante estos meses, la combinación de humedad, temperatura y oscuridad crea las condiciones perfectas para que miles de estos insectos salgan por las noches a cumplir su ciclo de vida, iluminando senderos, árboles y helechos con destellos suaves y rítmicos.
En el lapso entre que oscurece y la media noche es cuando los bosques adquieren una atmósfera especial, silenciosa y misteriosa, excelente para observar cómo las luciérnagas comienzan a brillar buscando pareja. Muchas comunidades de Morelos ya están preparadas para recibir visitantes y organizar caminatas guiadas que permiten disfrutar del espectáculo de forma segura, responsable y sin afectar el entorno.
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¿Cuál es el mejor lugar para ver luciérnagas en Morelos?
Uno de los sitios recomendados para vivir esta experiencia es Ocotepec, una localidad que, además de luciérnagas, tiene un entorno lleno de historia y una estrecha relación con la tierra. Durante la temporada, en su zona norte se habilita el Huerto Cultural, un espacio donde puedes recorrer el bosque con guías que conocen el comportamiento de estos insectos y te enseñan a observar sin perturbar. Si llegas temprano, incluso puedes participar en talleres, recorrer la ciclovía o probar bebidas deliciosas y antojitos.
Si te animas a organizar la salida, lo mejor es revisar con anticipación qué comunidades tienen recorridos, ya que no todos los espacios están abiertos al público sin reserva. Muchos de estos proyectos son impulsados por colectivos locales que protegen tanto el entorno natural como la experiencia del visitante. Además, con un poco de suerte, podrías disfrutar no solo del avistamiento, sino también de actividades paralelas como música, fogatas o muestras de comida tradicional.
La luz de las luciérnagas no se produce por magia, su brillo viene de una reacción bioquímica entre una sustancia llamada luciferina y el oxígeno. Este fenómeno, conocido como bioluminiscencia, les sirve como medio de comunicación, sobre todo para atraer pareja. Es una danza silenciosa y precisa, que ocurre una sola vez al año y solo durante unas pocas semanas. Por eso, vivirla en persona es realmente especial.
Es importante tomar en cuenta algunas recomendaciones básicas antes de asistir a cualquier santuario de luciérnagas. Lleva ropa abrigada y cómoda, idealmente oscura, evita el uso de perfumes, no uses luz blanca ni linternas brillantes, y guarda silencio durante los recorridos.
Si aún no has presenciado este espectáculo, el verano de 2025 puede ser el momento perfecto. Y lo mejor es que no necesitas viajar cientos de kilómetros para vivirlo: Morelos, con su variedad de climas, paisajes y tradiciones, es una gran alternativa para hacer una escapada nocturna y volver a casa con una de esas experiencias que te marcan.