Si ya estás pensando en el calorón de este verano y quieres una ESCAPADA que no implique estar vigilando olas gigantes mientras tus hijos juegan, aquí va una guía perfecta para ti. Porque sí, hay playas en México donde el mar parece una alberca y hasta quienes no nadan bien se sienten como pez en el agua. Excelente para peques, adultos mayores o simplemente para quien quiere solo descansar el cuerpo dentro del agua.
Viajar con niños a la playa no tiene por qué ser igual a estar gritando "¡no te metas tanto!". Hay destinos donde el oleaje es tan suave que te relajas tú, se divierten ellos y todos vuelven con ganas de repetir. Y aunque siempre es importante estar pendiente, estas playas ayudan bastante a que las vacaciones no se conviertan en una misión de rescate.
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Por si fuera poco, las opciones están bien repartidas en el mapa. Ya sea que vivas cerca del Pacífico o que te lances al Caribe, estas cinco playas sin olas te van a dar justo ese respiro que buscabas. Desde Oaxaca hasta Quintana Roo, cada una tiene lo suyo para que elijas la que más se te antoje (o la que te quede más cerca).
Playas mexicanas SIN olas
Estas costas son lugares a los que siempre vas a querer regresar. Te contamos qué los hace tan especiales.
1. Playa Elefante (Oaxaca)
A solo unos minutos de Mazunte, esta playa tiene personalidad relajada y cero pretensiones. Aquí el mar es tan tranquilo que parece que alguien apagó las olas a propósito. Puedes ir con niños y mascotas, hay baños públicos, regaderas y una que otra palapa con cocos fríos y nieves de guanábana. ¿Lo mejor? No hay tumultos, así que puedes extender tu toalla sin invadir a nadie.
2. Playa Chipehua (Oaxaca)
Pocas personas la conocen y eso la hace aún mejor. Chipehua tiene dunas blancas, formaciones naturales rarísimas y un mar calmado como pocos. No hay hoteles ni música a todo volumen, pero sí platillos caseros y paisajes bellísimos. Es perfecta para recorrer a pie, hacer sandboard o simplemente tirarte a descansar con los pies en el agua sin que una ola te dé un susto.
3. Playa Madagascar (Jalisco)
Sí, el nombre suena lejano, pero está en Puerto Vallarta. Llegar implica una caminata o una lancha, pero vale totalmente la pena. Aquí el mar es claro, el ambiente selvático y la arena tiene un color anaranjado que parece de otro planeta. Las olas casi no existen, así que puedes nadar o hacer snorkel sin preocuparte de que te revuelque el mar. Solo lleva comida y bebidas porque no hay tiendas por ahí.
4. Punta Pérula (Jalisco)
Ubicada en la zona de Costalegre, Punta Pérula tiene ese aire de "nadie me ha descubierto todavía". El mar es sereno, la arena suave y todo el lugar tiene un ritmo lento ideal para relajarse. Hay mariscos ricos, alojamientos rústicos y actividades suaves como kayak o yoga. A los niños les va a encantar porque el agua es tan tranquila que hasta los más precavidos se animan a meterse.
5. Playa Norte (Quintana Roo)
Esta joyita está en Isla Mujeres y es un sueño para quien busca mar plano como espejo. Las aguas turquesa y poco profundas la convierten en una alberca natural donde puedes chapotear todo el día. Tiene certificado Blue Flag, así que está limpia y segura, y el Pueblo Mágico es un encanto para pasear, comer bien y moverte en bici.