Conocer Oaxaca va mucho más allá de su ciudad principal o de sus costas más concurridas. Este territorio mexicano encierra una riqueza inmensa, repleta de senderos que revelan culturas ancestrales, sabores inigualables y paisajes sorprendentes. Si este verano estás buscando una propuesta diferente, existen circuitos menos transitados que muestran su esencia más genuina.
La riqueza tanto ecológica como cultural se manifiesta en cada uno de sus recorridos. Desde los altos cerros de la Sierra Norte hasta calas escondidas sobre el Pacífico, el trayecto es parte de la aventura y permite sumergirse en historias locales y ambientes naturales únicos.
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Algunas rutas se descubren caminando entre neblina y árboles milenarios; otras, invitan a manejar entre pueblos donde hay mercados tradicionales, ruinas prehispánicas y destilerías artesanales. También existen playas remotas, sin grandes construcciones, pero con atardeceres que se graban para siempre en la memoria.
Por eso, si querés vivir una aventura distinta, estos caminos fueron creados para que te sientas como un descubridor, no como un visitante más. Y lo más interesante: varias de estas opciones se pueden hacer en poco tiempo y sin gastar demasiado.
Senderos culturales y ancestrales
Explorar los circuitos históricos de Oaxaca es como retroceder siglos. Una de las travesías más fascinantes es la conocida Ruta del Mezcal, que conecta localidades como Santa María del Tule, Teotitlán del Valle y Mitla. Además de probar esta bebida típica, también es posible observar cómo se elabora desde cero y descubrir templos prehispánicos y ferias artesanales de telas.
Otra alternativa recomendable es visitar la Sierra Norte, donde los Pueblos Mancomunados invitan a realizar recorridos naturales únicos, como el trayecto que va de Cuajimoloyas a Latuvi o la caminata entre Llano Grande y Lachatao. Son recorridos perfectos para quienes disfrutan de andar por bosques cubiertos de neblina y desean contribuir con el desarrollo local de estas comunidades.
Pueblos Mágicos con alma propia
Además de la belleza, estos pueblos guardan tradiciones vivas que no se encuentran en otros destinos. Entre los más destacados están:
- Capulálpam de Méndez: medicina tradicional, cerros de más de 3.000 msnm y caminatas al Mirador de la Cruz.
- San Pedro y San Pablo Teposcolula: arquitectura colonial, historia mixteca y vestigios arqueológicos.
- Mazunte: playas tranquilas, conservación de tortugas y atardeceres en Punta Cometa.
También puedes visitar Mitla, con sus ruinas zapotecas y mezcaleras reconocidas, y Juquila, destino de fe y peregrinación en diciembre.
Playas y rutas escondidas
La Ruta de la Costa Oaxaqueña es ideal para quienes buscan mar y tranquilidad; desde Huatulco hasta Chacahua, hay playas secretas como Zipolite o Mazunte, además de reservas naturales imperdibles con una biodiversidad asombrosa para este verano, como:
- Punta Cometa: el mejor atardecer del Pacífico.
- San Miguel del Puerto a Cascadas de Copalitilla: una caminata de 8,7 km que termina en aguas cristalinas.
- Lagunas de Chacahua: ideal para observar aves, reptiles y visitar un museo comunitario.
Estos caminos no solo revelan la esencia más genuina de Oaxaca, sino que también proponen un viaje con mente abierta, interés sincero y deseo de descubrir lo verdadero. En cada rincón del recorrido, ya sea entre montañas, costa o comunidades, hay relatos escondidos que merecen ser conocidos.