Si estás buscando mar sin tener que volar ni gastar más de lo necesario, hay una playa que deberías tener en el radar: Barra de Cazones, en la costa de Veracruz. Desde la Ciudad de México solo te separan unas cuatro horas en coche y, si lo comparamos con otros destinos populares, el gasto en casetas es considerablemente menor. Por ejemplo, llegar a Acapulco implica pagar cerca de $857 en casetas y unos $760 en gasolina, mientras que Tecolutla ronda los $1,114 en total. En cambio, a Barra de Cazones puedes llegar por solo $993, combinando casetas y gasolina.
Este ahorro en el camino no es menor, sobre todo si estás planeando una escapada de fin de semana sin comprometer tu presupuesto. La ida y vuelta sale en menos de $2,000, lo que te da espacio para invertir en hospedaje, comida y alguna que otra actividad sin preocuparte por dejar la cartera vacía. Lo mejor es que no necesitas desviarte por rutas complicadas ni atravesar ciudades congestionadas. Todo el trayecto es bastante directo.
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El camino más rápido es por la autopista México-Pachuca, y luego tomas la 132D pasando por Tulancingo y Poza Rica. El trayecto abarca aproximadamente 300 kilómetros y unas cinco casetas en total, siendo la más barata de apenas $6 pesos. En cuanto a gasolina, con un coche medianamente eficiente gastarías alrededor de $576. Si haces cuentas, es una ruta amigable con el presupuesto.
¿Cómo es viajar a Barra de Cazones en Veracruz?
Una vez allá, el ambiente cambia por completo. Barra de Cazones es un pueblo costero con aire relajado, calles tranquilas y espacios amplios. Nada de aglomeraciones ni filas para tomarte una foto. Puedes caminar por la playa, descubrir rincones como la Cueva del Pulpo o remar en kayak por los manglares. Cada actividad cuesta poco y se disfruta mucho. Si reservas algo de presupuesto para tours, con 500 pesos tienes más que suficiente.
Hospedarte tampoco es una misión costosa. Hay opciones desde los $400 hasta los $1,000 por noche, desde cabañas rústicas hasta habitaciones con vista al mar. Para dos noches, el gasto estimado va de $1,200 a $3,000. La comida es otro punto a favor: desayunos completos en fonditas por $70, antojitos veracruzanos a la orilla del mar y mariscos frescos que valen cada peso.
En el pueblo, las calles empedradas, las casas de colores y la amabilidad de sus habitantes hacen que cada paseo se sienta tranquilo y amable. Si necesitas recomendaciones, no hace falta un mapa: basta con preguntar. Muchos visitantes terminan conociendo playas poco conocidas, sitios para acampar o restaurantes familiares solo por hablar con alguien en la calle.
A diferencia de otros destinos más populares, Barra de Cazones todavía conserva un ritmo apacible. No hay grandes desarrollos ni cadenas hoteleras, pero sí hay muchas ganas de hacer sentir bien al viajero. Además, puedes combinar playa con río, senderismo, observación de aves, paseos en lancha y hasta campamentos junto a cuevas naturales.