En septiembre, las Fiestas Patrias llenan a México de orgullo y tradición, y también son una invitación para recordar a los personajes que marcaron la historia del país. En Durango se encuentra un destino que fue la cuna de Guadalupe Victoria, el primer presidente de México. Conocer este lugar es una forma de acercarse a las raíces de la Independencia.
José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix, mejor conocido como Guadalupe Victoria, vio la luz en 1786 en la actual Tamazula de Victoria. Desde joven decidió dejar sus estudios para unirse a la lucha de Independencia. Su valentía lo llevó a combatir en distintos puntos del país, ganándose la confianza de figuras como José María Morelos. Muy pronto pasó de ser un estudiante de leyes a un líder militar que se jugaba la vida por sus ideales.
Tamazula de Victoria, el pueblo donde nació, todavía guarda viva esa memoria. Ahí puedes conocer la casa en la que pasó su infancia, caminar por su plaza principal y visitar su parroquia de San Ignacio de Loyola, que data del siglo XVII. Además, la región tiene paisajes de montaña, ríos con puentes colgantes y parajes perfectos para quienes disfrutan del contacto con la naturaleza.
Para un viaje que esté alineado con la celebración de las fiestas, Tamazula de Victoria es perfecto. No solo tendrás buenos momentos entre el ambiente de celebración, sino que también te conectas con la historia del país al recorrer el lugar donde empezó la vida de quien guió a México en sus primeros pasos como nación independiente.
La historia de Guadalupe Victoria, primer presidente de México
Guadalupe Victoria fue un actor fundamental en la construcción del nuevo país. Antes de llegar a la presidencia, formó parte del Supremo Poder Ejecutivo, fue diputado y ocupó diversos cargos políticos. Cuando asumió el gobierno en 1824, México era una nación joven y convulsionada, pero él puso sobre la mesa la importancia de la paz, la ley y la democracia.
Durante su mandato ocurrieron hechos que hoy parecen enormes: se abolió de manera definitiva la esclavitud, se crearon instituciones como la Suprema Corte de Justicia y se afianzó la soberanía con la expulsión del último bastión español en San Juan de Ulúa. Además, impulsó la educación, la libertad de prensa y hasta la creación del Museo Nacional.
Guadalupe Victoria fue también el único presidente que logró terminar su periodo en los primeros 35 años de vida independiente del país. Eso ya dice mucho de su habilidad para gobernar en medio de un ambiente político lleno de tensiones. Su visión no se limitó a México: estableció relaciones diplomáticas con varias naciones y buscó darle al país un lugar respetado en el mundo.
Después de dejar la presidencia, su salud se fue debilitando y se retiró de la vida pública. Pasó sus últimos años en Veracruz, donde murió en 1843. Poco después, fue declarado Benemérito de la Patria y sus restos se trasladaron al Monumento a la Independencia, junto a héroes como Hidalgo, Morelos y Guerrero. Su legado quedó escrito con letras de oro, literalmente, en la Cámara de Diputados.
Lugares que no puedes perder en tu viaje a Durango
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- Instalado en el Palacio de Zambrano, es un espacio dedicado a la vida de Pancho Villa y a la historia de la Revolución.
Teleférico de Durango
- Conecta dos cerros y permite disfrutar de una vista panorámica imperdible de la capital.
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Villa del Oeste
- Un set cinematográfico del Viejo Oeste donde aún se respira el ambiente de las películas que ahí se filmaron.
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- Pueblo Mágico rodeado de misterio, leyendas y escenarios desérticos únicos.