Su nombre proviene del maya ‘Bakhalal’ que significa “cerca o rodeado de carrizos”. Además, por estar rodeada de una magnífica laguna en la que pueden apreciarse siete tonalidades de azul, motivo por el cual también se le conoce como “Laguna de los Siete Colores”.
Sin embargo, dentro de este atractivo existe un gran tesoro escondido a 100 metros de sus profundidades y guarda la vida más antigua del planeta ¿Asombroso, no? Pues se trata de una piedra caliza que
Este hallazgo fue hecho por el guía de Turistas: Claudio del Valle, quien gracias al paddle surf (una de las principales actividades que se realizan este lugar, que tiene como propósito que los turistas aprecien las tonalidades de la laguna al amanecer en las primeras horas del día), pudo explorar mejor la laguna y descubrir esta maravilla.
Fósiles en la laguna de Bacalar
Se tienen registros de fósiles de estromatolitos (organismos vivos con forma de coliflor que crecen desde el fondo de las piedras calizas de la laguna y ayudan a reciclar elementos), con alrededor de 3.500 millones de años, evidenciando la forma de vida más antigua del planeta.
Además, de que sus “microbialitas”, pueden llegar a vivir más de 9.000 años. Y tienen la capacidad de reciclar elementos, mantener limpia y sana la laguna, así como mejorar potencialmente el medioambiente.
Riesgos en la Laguna de Siete colores
Tanto la deforestación como las prácticas agrícolas no sostenibles ( pesticidas y fertilizantes y sedimentos) han sido factores determinantes que están poniendo en riesgo a Bacalar.
Estas prácticas a las que los estromatolitos son susceptibles, pero más en épocas de lluvia, en la que dichos elementos tocan las aguas de esta zona paradisiaca. A tal grado de encontrar residuos de nitrógeno y amonio, que ha provocado el cambio del PH del agua a tal grado de que la multiplicación de moluscos y algas.
Además del crecimiento exponencial y sin control del turismo sin prácticas sustentables, también ha influido en el declive de esta región.