Sisal es un paraíso yucateco, reconocido por su franja costera de arena blanca y el tono de sus aguas que va del verde esmeralda al azul turquesa. Rodeado de naturaleza, este pueblo de pescadores de atmósfera relajada es ideal para escapar de la rutina y dejarse atrapar por sus encantos, su suave brisa marina, su clima cálido y sus atardeceres espectaculares, además de su cocina y su aire tranquilo.
Sisal cautiva con sus paisajes exuberantes, sus parajes que son hábitat de diferentes especies y que cada año acoge a distintas aves migratorias como el pato canadiense. También resguarda una gran historia pues fue un puerto comercial desde donde salían diversos cargamentos hacia la Habana en el siglo XIX y por acoge edificaciones históricas como la casa de la Emperatriz Carlota, un imperdible durante tu viaje.
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Cómo llegar a Sisal desde Mérida en auto
El Pueblo Mágico de Sisal se ubica muy cerca de Mérida, Yucatán, puedes llegar en automóvil por la carretera zona urbana con dirección a Sisal. El tiempo estimado de recorrido es de 60 minutos y la distancia total es de 58 kilómetros. También puedes tomar un autobús en la terminal del centro de Mérida. La línea que viaja es ADO. Debes bajarte en la comunidad de Hunucmá y ahí debes tomar un transporte local hacia Sisal.
Qué hacer en Sisal
Además de conocer sus playas y descansar en la arena blanca, puedes hacer un recorrido hacia la Reserva El Palmar y la Laguna Cocodrilos, un recorrido en lancha de casi 5 km para admirar la flora y fauna de la región, conformada por cocodrilos, iguanas, tortugas, flamencos, entre otras.
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En el pueblo hay que conocer la casa de la Emperatriz Carlota, a la que llegó en barco en 1865 y que ahora es uno de los tesoros históricos de la localidad. En su época fue una hacienda henequenera y hoy todavía conserva la capilla y una construcción rectangular rodeada en sus cuatro lados por un amplio pórtico con arcos.
También debes conocer el Fuerte de Santiago que fue construido para defenderse de los ataques piratas. Resguarda un faro que emite una luz a dos colores y que simboliza la degradación del lugar a puerto secundario, ya que el faro original fue trasladado a Progreso para su inauguración como puerto clave en 1871.