Tlatlauquitepec es un Pueblo Mágico ubicado en la sierra norte de Puebla, entre cafetales, montañas rodeadas de neblina y bosques añosos que sirven como marco para emprender una aventura por la serranía y sus escenarios repletos de vegetación. Ahí abundan las tradiciones centenarias como las de sus danzas típicas que se pueden admirar durante los días de fiesta en la plaza principal.
El pueblo posee un aire tradicional y donde se respira el pasado, además ofrece una gran variedad de actividades para todos los gustos, desde tours de café, hasta paseos en bicicleta y recorridos gastronómicos para probar los sabores locales. Además, los restaurantes y cafés del centro son una buena excusa para disfrutar de una bebida caliente mientras se admiran las vistas hacia el cerro cabezón, rodeado de neblina.
Qué hacer en Tlatlauquitepec
Entre paisajes serranos, montañas y bosques cubiertos de neblina está Tlatlauquitepec, este Pueblo Mágico de Puebla en el que además de vivir experiencias llenas de emoción y adrenalina en la naturaleza también puedes emprender una ruta ente cafetales para conocer los secretos que se esconden detrás del cultivo y producción de esta bebida aromática. El pueblo, de ambiente relajado y tradicional posee un encanto único que querrás vivir.
Cruzar por el Puente Tibetano
Entre la niebla y la vegetación abundante del Cerro Cabezón se ubica un puente colgante que se extiende a 100 metros de altura y 150 metros de largo. Este sitio es una parada obligada cuando se va a Tlatlahuquitepec. Si quieres emociones más fuertes puedes hacer tirolesa, ya que cuenta con dos circuitos casi del mismo largo del puente y si te atreves puedes bajar por un rappel ubicado a 40 metros de altura.
Comprar artesanías
En Tlatlauquitepec los artesanos elaboran diversos objetos, desde cestería con hoja de pino hasta bordados y tejidos, pero también puedes adquirir una bolsa de café en grano o molido después de realizar un tour de café entre los paisajes montañosos, pues aquí se cultiva el grano gracias al clima y a la altura que le brindan un sabor y aroma reconocidos, por los que es una excelente opción para llevarte a casa.
Pasar el día en la playa de Macuiquila
La Presa de la Soledad es un emblema de este pueblo, sus paisajes rodeados de bosques abundantes son el marco perfecto para tus fotografías, además de navegar por sus aguas la sugerencia es pasar el día en la playa de Macuiquila, ubicada en la orilla de la presa, ahí se ubican algunos restaurantes rústicos que preparan pescados fritos, principalmente truchas. Aunque si prefieres, puedes llevar tu propia comida y hacer un picnic. Las aguas de la presa no son aptas para nadar por las corrientes, mejor disfruta de su apacible entorno y de la brisa fresca.
Aventúrate en el Cañón de la Soledad
También hay un recorrido de aventura en el Cañón de la Soledad, sus escenarios rodeados de vegetación exuberante y densa le son el marco perfecto para internarse a la aventura, puedes explorar sus rocas gigantes, admirar sus caídas de agua que crean resbaladillas naturales como la cascada El Tenexate oculta entre la niebla del bosque, perfecta para descender hasta 30 metros en rappel o intentar su ruta en bicicleta. Si el día no te alcanza, te recomendamos rentar alguna de sus cabañas.
Prueba los sabores locales
Desde épocas prehispánicas, en el centro del pueblo se instala el tianguis tradicional, donde se venden productos típicos de la región. Ahí también puedes probar los platillos locales como tlacoyos rellenos de papa, frijol o haba, el mole de hongos, los quelites con queso, entre otros. Para el postre hay que pedir calabaza de castilla en piloncillo acompañado del licor regional conocido como Yolixpa elaborado a base de hierbas locales.