Inmerso en la sierra norte de Puebla, en la puerta de entrada a la región del Totonacapan, Pahuatlán es el Pueblo Mágico entre cascadas y pozas turquesa idea para vacacionar en verano. Ahí, ocultas entre la vegetación abundante de las montañas hay diez cascadas y pequeños saltos que al caer forman pozas de color turquesa en los que se puede vivir una aventura llena de emoción y de adrenalina para disfrutar de un verano diferentes.
Esta localidad, famosa por sus cafetales y sus paisajes cubiertos de neblina es un ideal para conectar con la naturaleza, vivir la cotidianidad de su gente y dejarse enamorar por la tranquilidad de su ambiente. Sus calles empinadas y empedradas son el pretexto perfecto para empezar a recorrerla y conocer sus edificaciones centenarias conservadas a través del tiempo, para vivir sus tradiciones y probar su gastronomía regional como las hormigas chicatanas.
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Actividades imperdibles en Pahuatlán
Templos y casonas blancas con techos de teja roja, costumbres vivas que se palpan en su gastronomía y sus fiestas, parajes naturales salpicados de cafetales y calles que serpentean entre la sierra, así es Pahuatlán, el Pueblo Mágico que huele a pan recién hecho y a café tostado, a lluvia y hierba silvestre. Ahí también se conserva una tradición ancestral: la de la elaboración del papel amate y las artesanías realizadas con el tronco de este árbol prehispánico.
También es obligado visitar los talleres donde se elaboran licores de frutas, no solo para conocer el proceso sino para comprar alguno, ya sea de piña, uva o mora silvestre, que son una delicia. Otra parada imperdible es el jardín botánico y el mirador de Ahíla para ver las postales más espectaculares del pueblo, sobre todo cuando la neblina lo cubre todo brindando un escenario místico que hay que fotografiar.
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Este es el punto de partida para adentrarse en la sierra y conocer las cascadas arcoíris, diez saltos de agua que al caer forman pozas naturales perfectas para nadar. Pero antes hay que cruzar por el puente colgante Miguel Hidalgo que se construyó para comunicar Pahuatlán con la comunidad nahua de Xolotla. Debajo pasa el río Pahuatitla, ese que viene desde Honey y en cuyas pozas es posible nadar cuando no es fuerte la corriente.
Salto en la cascada arcoíris
Inmersas entre la vegetación exuberante de la sierra están las cascadas que comparten territorio con una región de Honey, para visitarlas hay que contratar a un guía que te lleve a vivir la experiencia ecoturística y disfrutar de las aguas refrescantes que son alimentadas por el cauce de los ríos Azul y Magdalena. En ellas se pueden hacer saltos o simplemente admirar su grandiosidad. Una de estas cascadas es arcoíris, una imponente caída de agua, que crea una poza de aguas transparentes en la que se puede nadar.