Entre montañas siempre verdes y cafetales está Xico, uno de los Pueblos Mágicos de Veracruz que recibe a los viajeros con sus calles limpias y sus calles empedradas rodeadas de casas blancas con techos de teja roja. Al llegar se percibe un aroma suave a café que proviene de las fincas donde se tuesta y muele el café, que se prepara a todas las horas del día.
Xico significa "Nido de los xicotes” y está asentado en las faldas del volcán Cofre de Perote, uno de los más altos de México y que en esta época del año cautiva por sus cumbres nevadas. El pueblo es famoso, entre otras cosas, por su mole y sus haciendas y fincas cafetaleras en donde se cultiva el grano y donde se puede conocer todo sobre el mundo de esta bebida que cautivó al mundo.
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¿Qué hacer en Xico?
Para conocer el pueblo a fondo hay que caminar por el centro, recorrer sus plazas y jardines y sentarse en la plaza Independencia a disfrutar de una taza de café o un vino de mora, típico de la región. En los alrededores podrás conocer sus construcciones más icónicas como el Museo del Totomoxtle, la Parroquia de Santa María Magdalena, el Museo del Vestido o la Plaza de los Portales donde encontrarás restaurantes, bares bohemios y cafeterías al aire libre y donde está una glorieta de estilo Art Decó.
Xico está a 45 minutos de Xalapa y a unas 5 horas de la CDMX, en un viaje en auto, el pueblo resguarda paisajes naturales perfectos para conectar con la naturaleza, como las cascadas La Monja y la de Texolo de unos 70 metros de altura y que posee un mirador para admirar la caída de agua en todo su esplendor, cerca está el Puente de Pextlán, que atraviesa un imponente cañón y parte del río.
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No olvides visitar la granja de truchas donde también puedes elegir alguna para comer y pedir que la preparen a tu gusto, aunque si prefieres puedes comer en el pueblo, el platillo más famoso es el mole Xiqueño que se prepara con chile ancho, manzana, chocolate, panela y plátano, entre otros ingredientes. Otros platillos de la cocina local son el “Xonequei” (un caldo de frijoles hervidos con las hojas de la enredadera Xonequei en forma de corazón y bolas de masa sazonadas con manteca) , las enchiladas de mole y los chiles rellenos que se sirven especialmente en las festividades.