De esencia minera y aire tranquilo, Pinos es uno de los Pueblos Mágicos más bonitos de Zacatecas, está rodeado de haciendas y minas y uno de sus tesoros es el mezcal que se elabora de forma artesanal. Durante la Colonia fue parte de la ruta comercial del Camino Real de Tierra Adentro, considerada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2010.
Pinos resguarda una gran cantidad de minas de las que se conservan casi intactos sus chacuacos (chimeneas) y que sobresalen entre las casonas y edificios virreinales. En él se pueden conocer sus templos y probar su gastronomía, elaborada con ingredientes del desierto, también se puede ver la cotidianidad de su gente y conocer parte de su tradición en la elaboración de pulque y mezcal.
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Qué hacer en el Pueblo Mágico de Pinos
En Pinos hay que disfrutar su ambiente relajado, su vida cotidiana y sus calles rodeadas de plazas y jardines arbolados y enmarcadas por templos y edificios coloniales como el acueducto, la parroquia de San Matías, la de San Francisco y el templo de Tlaxcalilla, que acoge una capilla donde se encuentra un retablo churrigueresco en el altar mayor.
Una parada obligada son sus haciendas de beneficio en las que se "limpiaban" el oro y la plata extraídos en las minas y que hoy ofrecen recorridos para conocer más sobre su historia, además de admirar sus enormes chimeneas. Pero también probar el mezcal que se fabrica en algunas de ellas. También hay que visitar los talleres artesanales donde se elaboran los jarritos y las artesanías hechas en barro.
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En Pinos también es obligatorio probar la gastronomía típica elaborada con ingredientes locales como nopal, carnes, quesos, entre otros. Entre los platillos típicos están el conejo en pinole, las gordas de horno, los condoches, y los patoles blancos. Los dulces de tradición ancestral también son típicos, entre ellos está el queso de tuna, la melcocha y los productos elaborados con aguamiel.