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¡Dan Miedo! Este es el museo donde encontrarás escalofriantes momias en un Pueblo Mágico de Puebla

Un Pueblo Mágico oculta seres de ultratumba que puedes conocer en un viaje corto

Destinos tenebrosos.Un sitio ideal para el Día de MuertosCréditos: Pixabay/ESD-SS
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En el pintoresco estado de Puebla, México, se encuentra un tesoro de lo macabro y lo fascinante: el Museo de Momias. Este lugar único y un poco espeluznante es hogar de una colección asombrosa de momias que ofrecen una ventana directa al pasado. Con sus rostros conservados por siglos, estas figuras proporcionan una visión aterradora y cautivadora de cómo era la vida en tiempos antiguos. Si estás dispuesto a enfrentarte a tus miedos y curiosidades, este museo es una visita obligada.

El Museo de Momias de Puebla ofrece más que solo una experiencia espeluznante; también es un viaje educativo y cultural. Cada momia cuenta una historia silenciosa, desde rituales funerarios hasta las circunstancias de su descubrimiento. Este museo te sumerge en la riqueza histórica y cultural de Puebla, mostrándote un lado menos conocido pero igualmente intrigante de esta región.

¿En qué Pueblo Mágico está el museo de momias en Puebla?

A medida que caminas entre las vitrinas, sentirás una mezcla de emoción y respeto por estos restos humanos antiguos. El museo ofrece una experiencia envolvente que te transportará a través del tiempo, permitiéndote explorar la conexión entre la vida y la muerte en una forma que pocas otras atracciones pueden ofrecer.

Estas momias se encuentran en el ex convento de San Miguel Arcángel o Museo de la Evangelización, ubicado frente al zócalo de Huejotzingo. Este sitio es considerado uno de los primeros establecimientos franciscanos en nuestro país y en la nueva España. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1994.

Momias en Puebla/Pixabay/Meelimello

Al interior de este inmueble histórico podrás contemplar las momias que este lugar resguarda, mismas que se encontraron mientras cambiaban el piso de la iglesia. Además, es una oportunidad para reflexionar sobre nuestra propia mortalidad y aprender a apreciar la belleza efímera de la vida.