¿Deseas conocer nuevos sitios para pueblear en México? Las próximas vacaciones de Semana Santa se acercan y por qué no disfrutarlas en compañía de amigos, familia o en pareja. Si aún no te decides por playa o ciudad, debes conocer Tapalpa, un Pueblo Mágico en el estado de Jalisco con estilo rústico, energía única y actividades que te llenarán de adrenalina, ideal para los amantes de la naturaleza y actividades extremas.
Ubicado en medio de un maravilloso paisaje de territorios boscosos, este pueblo jalisciense aparece con la belleza de lo sencillo y natural. Su nombre, derivado del náhuatl, significa “tierra de colores” o “lugar ubicado en lo alto”. Sus características particulares lo perfilan como un excelente destino para la aventura, la recreación y el descanso, se trata de un destino turístico que no puedes dejar pasar.
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¿Qué hacer en Tapalpa?
Tapalpa se distingue por sus casas de blancas fachadas y rojos techos de dos aguas, su ambiente provincial y admirables parajes naturales donde la fragante vegetación motiva al disfrute, la contemplación y el descubrimiento. Se ubica a 140 km al suroeste de Guadalajara, no obstante, al estar ubicado a 2,000 metros sobre el nivel del mar, da la bienvenida con el aroma de los pinos, robles, encinos y flores que lo rodean, así como el olor de la leña quemándose para mantener cálidos los hogares.
Calles del Centro Histórico
Este es el punto neurálgico de Tapalpa, donde convergen las calles empedradas con los tradicionales portales. Aquí encontrarás una gran variedad de establecimientos y tiendas con productos de la región. En esta parte del pueblo, también encontrarás la Casa de la Cultura de Tapalpa y el Jardín Escultórico, que exhibe interesantes obras de Sebastián y Alejandro Colunga. La plaza principal cuenta con la particularidad de tener dos templos, conocidos como el Templo Viejo y el Templo Nuevo; el primero es gris por sus paredes de piedra y el segundo rojo gracias al ladrillo con el que está construido
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Las Pilas
Antiguos contenedores de agua donde los habitantes del lugar aún se surten del vital líquido. Lo más curioso de ellas es que aún ostentan sus nombres originales, por ejemplo, la Pila de las Culebras, del Tecolote, del Perro y La Colorada. Cada una de estas denominaciones populares se encuentran asociadas a leyendas del lugar sobre amores, odios, castigos y traiciones.
Parroquia de San Antonio de Padua
Fue edificada con estilo neoclásico, en 1650, por un grupo de franciscanos. La construcción es de ladrillo y se levanta sobre un gran terraplén, que sirve para compensar la inclinación de la ladera sobre la cual se despliega. El interior de este templo exhibe una nave central abovedada a manera de cañón, con arquerías en los costados que soportan el techo del coro y los pasillos. En el costado oeste de la iglesia, existe una explanada delimitada por arquerías, que evoca la imagen de un acueducto. En el centro de esta explanada, destacan dos fuentes de cantera.
Valle de Enigmas
Famoso por las formaciones rocosas que allí se encuentran, en un entorno de bosques y arroyos. Los Frailes, por su parte, son formaciones pétreas, un tanto más elevadas que las anteriores, que se localizan en lo alto de una elevación montañosa. Este es un sitio idóneo para quienes gustan de los deportes extremos.
Ruinas de la primera fábrica de papel de América Latina
Construido en 1840 y que estuvo en funcionamiento hasta 1923 es un bello lugar para explorar e imaginar la antigua vida del lugar. Sus ruinas cubiertas de maleza son perfectas para ser fotografiadas.
Salto del Nogal
Cascada preciosa de 105 metros de altura, reconocida como la más alta de Jalisco. Además, el entorno rebosa de hermosos bosques de pino y encino. Las barrancas en donde se enmarca esta cascada formidable son perfectas para el montañismo y el alpinismo.