En el extremo norte de México, los monumentales paisajes de Chihuahua, inspirados por una impetuosa historia geológica, geográfica y cultural, figuran el carácter de un estado orgulloso de sus tradiciones, consciente de su biodiversidad y listo para atraer a nuevos viajeros con una completa oferta turística en constante transformación.
Anclada a una topografía caprichosa que pasa de los inmensos valles y las montañas cubiertas de bosques a las legendarias Barrancas del Cobre –una serie de cañones profundos formados durante millones de años a través de la erosión de los ríos– que ofrecen algunas de las panorámicas más arrebatadoras en el país y al desierto de Chihuahua, caracterizado por paisajes áridos, flora y fauna del desierto y formaciones geológicas únicas, una travesía a lo largo del estado conjuga una inagotable variedad de experiencias de viaje perfectas para explorar la profunda identidad chihuahuense.
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Ya sea adentrándonos en la historia revolucionaria de la ciudad de Chihuahua, acercándonos a la deslumbrante naturaleza del estado –y las comunidades originarias que todavía habitan algunos de sus rincones más sorprendentes– a bordo del icónico tren Chepe o visitando sus tres Pueblos Mágicos y las zonas arqueológicas que guardan el recuerdo de las primeras comunidades que habitaron la región, los viajeros encontrarán una colección de experiencias suficiente para trazar cualquier tipo de itinerario.
Chihuahua mágico: El estado presume cinco hermosos Pueblos Mágicos
- Creel
Ubicado en el corazón de la Sierra Tarahumara, se trata de un pasaje de bellezas naturales, salpicado con escenarios que parecen sacados de una postal, rodeado de lagos, cascadas, ríos, peñas, bosques, cuevas, y las asombrosas Barrancas del Cobre.Te podría interesar
- Batopilas
Ubicado a tres horas en auto desde Creel, Batopilas, que en la lengua rarámuri quiere decir “río encajonado”, presume algunas de las mejores vistas de las barrancas. Fundado a principios del siglo XVIII como un enclave minero, hoy ha transformado sus antiguas construcciones en restaurantes y hoteles boutique. - Casas Grandes
Un recorrido por Casas Grandes revela la diversidad de estilos arquitectónicos que confluyen en esta parte del desierto, desde las antiguas construcciones de Paquimé –algunas de ellas erigidas hace más de 13 siglos–, un importante centro comercial para las comunidades prehispánicas del norte, hasta las iglesias, capillas y viviendas que conservan el pasado colonial de la localidad. - Guachochi
Conocida por su belleza natural y su rica herencia cultural, Guachochi es reconocido como un importante centro de la cultura rarámuri, grupo étnico dominante en la región. Su paisaje está dominado por montañas, cañones y valles.
- Hidalgo del Parral
Parral fue fundada en 1631 y se convirtió en un importante centro minero durante la época colonial, gracias a sus abundantes yacimientos de plata. En ese momento, la ciudad desempeñó un papel crucial en la economía de la Nueva España.
Seguir la línea
Atravesar el estado a bordo del legendario Chepe Express nos acerca a lo más profundo del carácter Chihuahuense
Bahuichivo
Ya sea explorando las maravillas naturales que lo envuelven, como los espesos bosques animados por arroyos, o visitando la población contigua de Cerocahui, fundada en la parte alta de las Barrancas en 1680 y en donde se encuentra la cascada de Huicochi, la estación de Bahuichivo es la puerta de entrada a una región milenaria sujeta a la voluntad del ecosistema.
Divisadero
Ante algunas de las mejores vistas de las Barrancas del Cobre, que se extienden a lo largo de tres cañones, Divisadero –completo con una oferta de hoteles de diferentes categorías y un parque de aventuras, con circuitos de tirolesa– es la parada en el recorrido del tren que los viajeros más aventureros no se pueden perder.
Historia y leyendas
La capital del estado es una metrópolis moderna en donde las propuestas culinarias, hoteleras y de entretenimiento más actuales dialogan con un profundo pasado que se extiende de la paciente formación del desierto a la memoria de los vaqueros, las grandes mansiones decimonónicas y los enfrentamientos revolucionarios que, en los últimos siglos, han definido su identidad.
Aprovecha tu visita para hacer una excursión de un día a Ciudad Cuauhtémoc, una interesante localidad en donde podrás probar los deliciosos quesos menonitas y conocer de primera mano la rica forma de vida de esta comunidad.
Culto por el sabor
La ciudad de Chihuahua también es el sitio perfecto para probar los platillos –tradicionales y modernos– y las bebidas que distinguen al estado. De clásicos burritos preparados con cuidado en las cientos de cocinas típicas de la urbe a las prácticas vanguardistas desarrolladas por cocineros jóvenes, y los sabores del sotol combinados con una escena vinícola en crecimiento, la entidad ha sabido convertir su personalidad culinaria en otro motivo de orgullo.
Los diversos sabores de la cocina chihuahuense se expresan en la vibrante ciudad capital. Cuenta con platos tradicionales como la machaca, el asado de boda y las gorditas de horno, acompañados de cerveza artesanal local o sotol.
Levantar la mirada
La ciudad de Janos ofrece un escape de las luces de la ciudad para descubrir los cielos más oscuros, apenas iluminados por vívidas constelaciones, planetas centelleantes, estrellas fugaces y la fascinante danza de la Vía Láctea.