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¿Cuál es el mejor Pueblo Mágico de Morelos para disfrutar el Día de Muertos, segun la IA?

Entre aromas de copal, caminos de cempasúchil y altares infinitos, este pueblo místico esconde una de las celebraciones más conmovedoras de México: una experiencia que trasciende lo turístico.

Pueblo Mágico.El mejor Pueblo Mágico de MorelosCréditos: Pexels/ Joyboy
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Tepoztlán no solo es uno de los pueblos más encantadores de Morelos, es, según la inteligencia artificial, el mejor destino para vivir el Día de Muertos de forma auténtica. Ubicado entre montañas sagradas y con una energía mística que envuelve a quien lo visita, este Pueblo Mágico logra mantener viva una de las tradiciones más profundas de México. Aquí, la muerte no se teme, se honra; no se llora, se celebra con música, color y respeto.

Desde mediados de octubre, el aire tepozteco comienza a transformarse. A la medianoche del día 18, las campanas de todas las iglesias repican al unísono para anunciar a las almas que el pueblo está listo para recibirlas. Es el primer llamado de una festividad que se extiende por semanas y que combina devoción, comunidad y arte.

Las calles se llenan de flores de cempasúchil, papel picado, velas y el aroma inconfundible del copal que guía el camino de los difuntos hacia sus hogares. A diferencia de otros destinos donde la fecha se vive solo el 1 y 2 de noviembre, en Tepoztlán las preparaciones comienzan semanas antes.

Los habitantes eligen a un mayordomo que recorre las calles acompañado de niños cantores, recolectando donaciones para una gran ofrenda en la Parroquia de la Natividad, dedicada a las almas que no tienen quién las reciba. Este gesto de solidaridad resume el espíritu del lugar: la unión entre vivos y muertos, entre lo material y lo espiritual.

Tradición viva entre montañas

El corazón de las celebraciones late en el centro histórico, donde el Ex Convento de la Natividad, Patrimonio Mundial por la UNESCO, se convierte en escenario de altares, música y encuentros culturales. Las familias preparan ofrendas coloridas con pan de muerto, frutas, mole, tamales y, por supuesto, un plato especial para “Juan Jaulero”, el guardián del panteón que, según la tradición, protege las almas si se le honra con respeto.

En cada casa se colocan chilacayotas, una especie de calabaza tallada con rostros alegres, iluminadas con velas para guiar el regreso de los espíritus. Las noches del 1 y 2 de noviembre, las calles se llenan de niños disfrazados de catrinas, diablitos y esqueletos que piden su calaverita entre risas, cantos y ponche caliente. Es una atmósfera mágica donde la muerte se convierte en motivo de encuentro y gratitud.

Fiestas, aromas y misticismo

Durante esos días, los visitantes pueden recorrer el mercado artesanal, probar los itacates recién hechos, las nieves de Tepoznieves o asistir al Desfile de Catrinas que llena la plaza central de color y arte. También hay talleres de papel picado y pan de muerto, recorridos de altares y temazcales de purificación que permiten conectar cuerpo y espíritu.

El 8 y 9 de noviembre, las familias acuden al panteón para despedir a sus difuntos entre rezos, música de mariachis y flores frescas. Es un cierre agridulce que simboliza la despedida temporal hasta el próximo año, cuando las campanas volverán a sonar para abrir el portal entre ambos mundos.

Tepoztlán. Fuente: Canva

Un pueblo donde la memoria florece

Más allá de su belleza y su fama como destino turístico, Tepoztlán representa la esencia del Día de Muertos, un homenaje al amor eterno. En sus calles empedradas, entre el sonido de los tambores y el perfume del cempasúchil, los vivos y los muertos se encuentran por unas horas para compartir pan, risas y recuerdos.

Tal vez por eso, la inteligencia artificial lo eligió como el mejor Pueblo Mágico de Morelos para celebrar esta fecha, porque aquí, la vida nunca se va, solo cambia de forma.