Por lo general, Nayarit suele quedar fuera del radar de muchos viajeros cuando llegan las vacaciones, pero tiene rincones realmente preciosos que vale la pena considerar para tu siguente ESCAPADA. Entre esos rincones está Amatlán de Cañas, un Pueblo Mágico poco mencionado pero excelente para una salida distinta. Sus paisajes, su ambiente tranquilo y la sensación de estar en un sitio apartado del ruido hacen que el viaje se sienta muy mágico.
El pueblo está rodeado de montañas, cañones y valles que parecen pintados. La zona pertenece a las estribaciones del volcán Ceboruco y se extiende entre bosques de pinos y encinos que arropan el camino. Al llegar notarás sus techos de teja y construcciones hechas con adobe, que conservan un estilo muy tradicional.
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Amatlán viene del náhuatl y significa “lugar donde abunda el amate y papel”, y más tarde se le sumó “cañas” por sus trapiches azucareros. Con solo recorrer sus calles empedradas entenderás por qué tiene tanto encanto visual. El río que cruza la región nutre varios manantiales y cascadas que son el gran atractivo para quienes aman el contacto directo con el paisaje. Entre estos sitios se encuentran balnearios naturales que te reciben con agua clara y deliciosa.
¿Qué visitar en el Pueblo Mágico Amatlán de Cañas?
Uno de los puntos más queridos es el balneario El Salto del Coronel, ubicado en la comunidad de El Rosario. En él, las albercas están hechas directamente sobre la corriente natural, así que el agua fluye todo el tiempo sin químicos ni cloro. Es perfecto para pasar un día tranquilo, nadar en agua fresca y dejar que el clima cálido haga que te olvides del frío. Además hay área de camping, cabañas y juegos para niñas y niños.
Otro imperdible es El Manto, un cañón adaptado desde los años setenta que conserva su ambiente rústico y auténtico. La cascada de siete metros es su emblema y alrededor se han creado estanques de distintas profundidades donde puedes relajarte. El sitio tiene terrazas, regaderas, vestidores y un pequeño restaurante para completar la visita.
Si te gusta la historia, la Barranca del Oro te va a atrapar desde el primer segundo que la veas. Fue una zona minera importante en los siglos XVIII y XIX, y hoy quedan fachadas, arcos, una antigua capilla y estructuras impresionantes. Es un recorrido maravilloso para tomar fotos, caminar por sus senderos y sentir ese aire nostálgico que queda en los pueblos abandonados.
En El Rosario también se encuentra la antigua Hacienda de Quesería, donde hace siglos se producía queso, cacahuate y café. Aunque hoy solo se mantienen algunos vestigios, caminar por la zona te permite imaginar la vida en aquellos tiempos. Además allí continúa el proceso artesanal del cacahuate, con productos como mazapanes, salsas y garapiñados que te van a tentar.
El Centro Histórico de Amatlán merece un día completo. El Templo de Jesús Nazareno, construido en 1750 y ampliado en el siglo XIX, es uno de los edificios más importantes del pueblo. También está la capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe, levantada por mineros y todavía muy apreciada por la comunidad. Entre caminata y caminata puedes buscar un chocolate caliente hecho artesanalmente: varias fábricas aún elaboran tablillas tradicionales.
¿Cómo llegar a Amatlán de Cañas?
Amatlán de Cañas se ubica al sur de Nayarit, en colindancia con Ahuacatlán, Ixtlán del Río y el estado de Jalisco. Desde Tepic, el trayecto toma alrededor de dos horas por carretera. La ruta más directa inicia en Avenida Tecnológico con dirección a Mazatlán, para después continuar por la carretera Guadalajara–Tepic (MEX-15D) hacia Guadalajara. Más adelante se toma la salida hacia Jala por la carretera Jala–E.C. Federal 15, se retoma la MEX-15 y finalmente se sigue por la carretera a Amatlán de Cañas.
Desde Guadalajara, el tiempo de traslado también ronda las dos horas. La salida recomendada es por Ignacio Luis Vallarta/MEX-15 rumbo a Tepic, luego se continúa por la carretera Ameca–Guadalajara (MEX-90) con dirección a Tala. Después se toma la desviación hacia El Refugio–San Marcos (JAL-4) en sentido a Ahualulco y de ahí se enlaza con la carretera hacia Amatlán de Cañas.
Para llegar en transporte público, hay corridas en autobuses ATE desde Jalisco y en la línea Nayar desde Tepic; pero te conviene revisar los horarios actualizados en la terminal regional. Amatlán es perfecto para quienes quieren un destino tranquilo, accesible y con naturaleza en cada paso.