A solo un par de horas desde la Ciudad de México, Valle de Bravo es el pretexto perfecto para salir de tu casa. Este Pueblo Mágico en el Estado de México, está rodeado por montañas y un gran lago que te llevará a la aventura. Si te gusta remar en kayak, volar en parapente o deslizarte en esquís acuáticos, no vas a aburrirte. Además, hay hermosos senderos, como el de La Peña, con vistas que te roban el aliento y, al mismo tiempo, te regalan aire puro.
Llegar es sencillo: el trayecto desde la capital toma unas 2 horas y 20 minutos. Son aproximadamente 139 kilómetros por la autopista Valle de Bravo - Toluca (MEX A-7D), una ruta que incluye cinco casetas. Los precios, de acuerdo con información actualizada de CAPUFE Y SCT, son: México-La Marquesa ($111), La Marquesa ($68), Lerma-Atlacomulco ($103), La Hortaliza ($170) y Valle de Bravo ($127), lo que suma $579, que te conviene llevar en efectivo.
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Para salir de la CDMX, puedes tomar la Autopista México-Marquesa (MEX 15D) desde Av. Chapultepec y Av. Constituyentes. Luego sigues hacia Toluca, continúas por la carretera México - Toluca, y después te incorporas a la vía directa a Valle. Ya cerca del destino, las calles como C. Alfareros y Av. Benito Juárez te llevarán sin problema hasta el centro del Pueblo Mágico.
Si consideras gasolina y casetas, calcula unos $1,158 en peajes redondos y alrededor de $560 en combustible, dependiendo del consumo de tu coche. Eso da un total de $1,718 por el viaje completo. ¿Quieres que salga más barato? Viaja con amigos. Además de compartir gastos, compartirán también muchas risas en el camino.
¿Qué hacer en Valle de Bravo?
Una vez en Valle de Bravo, prepárate para recorrer el famoso Barrio 28. Es una zona colorida, con restaurantes para todos los gustos, desde taquerías hasta platillos internacionales. También hay tiendas de artesanías, ropa y joyería, todo en un lugar pensado con respeto al medio ambiente. Otros imperdibles del Pueblo Mágico son la Casa de Oración Carmel Maranathá o el Gran Stupa Bön, un enorme monumento budista donde incluso puedes unirte a una meditación guiada.
La naturaleza es, sin duda, el fuerte de Valle de Bravo. La Cascada Velo de Novia es una parada obligada para quienes disfrutan de caminar entre árboles, tomar fotos espectaculares o practicar rappel. Si te gusta la adrenalina, puedes rentar una cuatrimoto o subirte a la bici para explorar las montañas. Y si prefieres algo tranquilo, siempre hay rincones perfectos para simplemente disfrutar del paisaje.
Y claro, después de tanta actividad, seguro querrás recargar energía. El centro del pueblo está lleno de lugares donde se come delicioso, desde comida tradicional hasta propuestas diferentes. Cuando caiga la noche, tienes muchas opciones para quedarte: cabañas cálidas, posadas acogedoras o alojamientos con mucho estilo como casas del árbol.